El Consejo del Partido Justicialista Bonaerense se reunió ayer con la intención de normalizar el funcionamiento de esa organización y aceptar la renuncia de quien fuera su titular, Hugo Moyano, anunciada un año atrás por el camionero. Su lugar será ocupado por la ministra de Gobierno de la provincia, Cristina Alvarez Rodríguez, que así queda confirmada como la primera mujer en encabezar la estructura política provincial más grande del país. Además, se decidió llamar a elecciones internas que se llevarán a cabo en paralelo con el Consejo Nacional Justicialista que deberá renovar las autoridades partidarias (en principio, el 31 de marzo próximo) y se convocó a respaldar al gobierno nacional en la manifestación convocada para mañana “por la plena vigencia” de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

“La noticia es que se normalizó el PJ bonaerense”, se congratula el diputado Jorge Landau, apoderado del justicialismo a nivel tanto nacional como provincial. “Se trata del mismo Partido Justicialista que participó de 17 elecciones desde 1983 a la fecha y que expresa a 135 partidos de otros tantos distritos de la provincia –explica–. Esa misma estructura es la que sobrellevó en los últimos años tres desgracias: la enfermedad de Alberto Balestrini, la muerte de Néstor Kirchner y la renuncia de Hugo Moyano. No obstante eso se reunió y resolvió todo. Eso demuestra que la estructura del PJ es más fuerte que sus contingencias.”

La voluntad de volver a poner de pie al aparato provincial proviene del despacho presidencial: la prueba está en que la asistencia fue casi perfecta, cuando en general a este tipo de mitines les cuesta conseguir el quórum. De los 48 consejeros titulares, sólo se ausentaron los cuatro renunciantes (el mismo Moyano más el canillita Omar Plaini, el panadero Abel Frutos y Jorge Mancini, de trabajadores del Ceamse) y Malena Galmarini, mujer del intendente de Tigre Sergio Massa, quien de todas formas sí mandó a dos de sus hombres de confianza: el senador provincial Juan Amondarain y el intendente de Hurlingham, Luis Acuña.

“La foto dice más que mil palabras”, cuenta uno de los asistentes a Página/12. Es que en la sede del PJ nacional de la calle Matheu al 100 de la ciudad de Buenos Aires “estaban todos, tipos que rara vez se dejan ver en este tipo de convocatorias”, como el ministro de Interior, Florencio Randazzo; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; el senador Aníbal Fernández y todos los intendentes que forman parte del Consejo. Incluso participaron del encuentro varias figuras que no son miembros de ese órgano, pero fueron a dar su respaldo, como el caso del vicepresidente Amado Boudou, en ejercicio del Poder Ejecutivo por el viaje de CFK a Brasilia, que –demorado en otro acto del que participó por la mañana– sólo llegó para presenciar el final de la reunión.

El documento final, firmado por la flamante titular Cristina Alvarez Rodríguez y el secretario general Hugo Curto, asume al PJ como “eje del Frente para la Victoria” y “ratifica su apoyo incondicional a la conductora” Cristina Fernández de Kirchner en vísperas de cumplirse cinco años de su gestión, por ser “quien mejor enarbola” las banderas peronistas: justicia social, independencia económica y soberanía política. El texto también manifiesta el apoyo al gobernador Daniel Scioli, “quien durante este tiempo ha acompañado a la Presidenta”, así como a “los legisladores nacionales y provinciales, intendentes y concejales que con su gestión resultaron un apoyo decisivo” al gobierno nacional.

El comunicado destaca que “luego de un año de crisis económica internacional” se mantuvo “el nivel de ocupación así como el salario real más alto de América latina, las tarifas subsidiadas a los servicios públicos, la inclusión de 2.500.000 nuevos jubilados, el incremento del 31 por ciento en las jubilaciones y la cobertura para 3.500.000 niños a través de la AUH”.

También se celebran medidas como la reforma de la Carta Orgánica del BCRA, la expropiación de YPF, el enfrentamiento con los fondos buitre, la ley de tierras, la regulación del mercado de capitales, los 1370 genocidas procesados o condenados, la defensa de la soberanía del Atlántico Sur y el voto a los 16, entre otras medidas, de las que destacan “la decisión de facilitar que todos puedan hacer conocer su voz a través de los distintos medios audiovisuales por sobre los monopolios que se sienten más fuertes que el propio Estado”.

El viernes próximo, en Caseros, el Congreso Justicialista bonaerense deberá autorizar al partido para constituir una vez más el Frente para la Victoria de cara a las elecciones legislativas del año que viene, aprobar una reforma de la carta orgánica del PJ que la adecue a las nuevas leyes electorales y formalizar el llamado a elecciones de las nuevas autoridades en paralelo a que el partido haga lo propio a nivel nacional. Otras iniciativas, como la realización de cursos de formación política en la histórica casa donde vivió Perón en la calle Gaspar Campos y la necesidad de comprar un edificio para tener una sede propia, quedaron pendientes para la próxima ocasión.