EL PAíS
› EL CRUCE ENTRE EL PRESIDENTE DE LA CORTE Y EL GOBIERNO
“Yo no necesito el apoyo de nadie”
“Tengo que luchar para que se respete la institución”, dijo Julio Nazareno al negar su renuncia al alto tribunal después de la acusación de extorsión realizada por el presidente Kirchner. Beliz destacó que hay 40 pedidos de juicio político contra el supremo.
El presidente de la Corte, Julio Nazareno, cambió ayer su estrategia mediática. En vez de contestarles a los movileros que lo esperaban en la entrada del Palacio de Tribunales –ante los cuales pronunció el ya célebre “dejáte de joder”–, dedicó las primeras horas de la mañana para responder a las declaraciones del ministro de Justicia, Gustavo Beliz, a través de comunicaciones telefónicas con varias radios. Allí volvió a repetir que no va a renunciar. “Tengo que luchar; no por mí, que estoy jubilado, si me quedo es nada más ni nada menos que para que se respete la institución”, aseguró. Sin embargo, en el Gobierno especulaban con que el ministro podría irse el lunes. El jefe de Gabinete y el ministro de Justicia profundizaron las críticas contra el ex socio de Carlos Menem en La Rioja que a la sazón llegó al máximo tribunal.
Nazareno intentó revertir ayer la imagen de soledad de quien cayó en desgracia que le ocasionó el no haber logrado que sus colegas firmaran una respuesta escrita al Gobierno después del discurso televisivo en el que el presidente Néstor Kirchner pidió a los diputados que lo echen. “No me duele. Yo no necesito apoyo de nadie. Cada juez es responsable de sus actos”, afirmó. El argumento es débil, sobre todo si se tiene en cuenta que el jueves hasta circuló, por algunos despachos, un borrador en el que se aseguraba que el juicio político atentaba contra la independencia del Poder Judicial.
Nazareno no pudo mostrar un frente unido en el tribunal el día en el que la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados inició el proceso en su contra, pero igual repitió, solo, los mismos argumentos que había planeado poner en boca de sus pares. “No se puede pensar permanentemente en descabezar los poderes del Estado. Se dijo que ‘vamos a subir para fortalecer las instituciones’, pero lo que menos se está haciendo es fortalecer las instituciones: se las está socavando”, aseguró.
“¿Va a renunciar?”, fue la pregunta que más le hicieron.
Si bien la mayoría de las respuestas negaron esa posibilidad, al menos mientras siga abierto su juicio político, en declaraciones a Radio 10 afirmó: “Lo vamos a descartar todos los días. No digo jamás renuncio ni renunciaré, ni todas esas frases rimbombantes. Lo digo en este momento. Estoy soportando un juicio político y lo tendré que soportar”.
En algunos despachos de la Corte aseguran que antes de la ofensiva de Kirchner contra Nazareno, el ex socio del hermano Eduardo en el estudio jurídico de La Rioja estaba dispuesto a irse. “Está harto”, dicen. Y mencionan que Nazareno no es sólo presidente de la Corte sino también del Consejo de la Magistratura. Sin embargo, después del fallido juicio político a los nueve miembros del Tribunal que impulsó y entorpeció Eduardo Duhalde, únicamente se fue su miembro menos cuestionado, Gustavo Bossert.
A pesar de que Nazareno intentó disimular la evidente ruptura interna en la Corte, no pudo esconder la irritación para con su más reciente integrante, Juan Carlos Maqueda. “Tiene todo el derecho del mundo, cualquiera puede pedir lo que quiera, yo diré lo que corresponde, pero él no es quién para pedirme la renuncia a mí... por ahí se le confunden un poco las facultades de cuando era presidente provisional del Senado”, respondió ante las versiones de que el juez le pediría que renuncie a presidir el Tribunal.
Además de Maqueda, Nazareno cargó las tintas sobre el ministro de Justicia, quien el jueves afirmó que “muchos jueces de esta Corte están emparentados con el delito”. “Me parece un exabrupto, porque si el Presidente sabe de eso, debería denunciarlo... no puede decir eso, pero si él lo dijo, está bien”, afirmó. Beliz, por su parte, continuó con las críticas hacia el presidente de la Corte. “Hay una cantidad importantísima de irregularidades que el doctor (Julio) Nazareno ha cometido. Hay 40 causales nuevas de juicio político en el Parlamento”, aseguró y mencionó como acusaciones puntuales “seguir cobrando el desarraigo mientras vivía en La Rioja, no excusarse en la causa Armas cuando era socio del expresidente Carlos Menem y varias causas por fuertes conflictos de intereses”.
Beliz no fue el único funcionario en criticar sin rodeos a Nazareno. El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró que “no es posible que un juez hable y siga hablando como lo ha hecho el juez (Julio) Nazareno”. Fernández aseguró que el magistrado estuvo “en los medios planteando la agenda de la negociación y el Presidente le dijo ‘usted actúe y no negocie conmigo, dicte sentencia e imparta justicia’”. “Hace más de un año que el país vive tenso por esta decisión, cuánto hace que se discute lo de San Luis (el fallo por la redolarización del dinero en el corralito). Es imposible vivir en un país donde la Justicia amenaza”, recalcó.
Nazareno confirmó que el miércoles la Corte tratará el caso Lema, en el que un ahorrista particular reclama cerca de veinte mil dólares atrapados en el corralito. La noticia de que se reactivarían los fallos sobre la redolarización fue una de las causas para que el Gobierno lanzara la ofensiva contra los Supremos. El Gobierno interpretó este hecho como una “amenaza” que sintió confirmada cuando Nazareno dijo por televisión que el tribunal tenía potestad para exigir que se devuelvan los depósitos atrapados inmediatamente. En la Corte aseguran que ningún fallo atentará contra la gobernabilidad y que la idea es que la resolución sea similar a la del reclamo de la provincia de San Luis. En ese caso, se decidió otorgar un plazo de dos meses para que las partes negocien la forma de la devolución de los depósitos. De cualquier manera, no está claro si quienes impulsan el tratamiento de este expediente juntarán los cinco votos que necesitan para pronunciarse el miércoles. Para adelantar los tiempos, el tribunal convocará, en un gesto poco usual, al procurador general de la Nación, Nicolás Becerra, para que emita su opinión ese mismo día. Algunos ministros creen que el dictamen sobre el caso San Luis alcanza para conocer la opinión de Becerra.
La debilidad de Nazareno no se basa sólo en la falta de apoyo institucional. El año pasado, numerosas organizaciones sindicales, estudiantiles y de derechos humanos exigían todas las semanas en la puerta del Palacio una renovación del tribunal. Las encuestas indican que hoy el rechazo a la Corte sigue siendo mayoritario. Más allá de los números, Nazareno se topó ayer de frente con el repudio de la gente. Cuando llegó a Tribunales, rodeado de tres custodios, un transeúnte que lo identificó le gritó: ¡”Váyanse todos, ladrones!”.
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