Había que ser cuidadoso, porque el remitente de la crítica era Diego Maradona. Y Francisco de Narváez decidió responderle con ironía. Pero se olvidó de un par de detalles. “Son los mismos de siempre, los que nacieron en cuna de oro y no saben armar un guiso. Por ejemplo, De Narváez no sabe hacer una sopa, no sabe qué le tiene que poner, habla por hablar y no la vivió, no sufrió lo que sufrieron muchos argentinos”, lo había toreado el Diez. “Diego, soy mejor comiendo guiso que cocinándolo... me gusta más al día siguiente, recalentado, abrazo”, respondió, a través de todas las redes sociales, el diputado de Unión Celeste y Blanco, y acompañó su mensaje con una foto donde se lo ve en su cocina, sonriente, libro de recetas en una mano, cucharón de madera en la otra, revolviendo el interior de una cacerola vacía apoyada sobre una hornalla apagada. Más detalles: el libro era del superexclusivo chef español Ferrán Adria, conocido por haber desa-rrollado la delicada cocina molecular, lejos del guiso de lentejas que calienta las mesas argentinas en invierno. Las respuestas irónicas no tardaron en aparecer y multiplicarse en las redes sociales. No hubo ninguna aclaración del empresario respecto de sus particulares métodos culinarios.