Lun 09.06.2003

EL PAíS  › RADIO PASILLO

Misceláneas

La bodeguita de Arslanian. Boca, Tomada & De Vido. La fobia de Filmus. Castrilli tiene equipo. Los cinco minutos de Chávez. Cristina la clandestina. Piedra libre para Wiater. Enigmática interna diplomática. Extrañas preguntas en Educación. No se distraiga Alak. Un émulo de Barrionuevo en la Rosada.

› Por Diego Schurman

Brindo hasta el subsuelo...

Hay personas que tienen gustos exóticos. Y el ex ministro León Arslanian es uno de ellos. Por eso acaba de construir en el subsuelo de su casa del country Armenio una bodega de llamativas dimensiones. Allí, dicen sus amigos, piensa albergar a las 4500 botellas de su exquisita colección de vinos. Dicho de otro modo, a ojo de buen cubero tiene como para tomar algo así como 14 años en forma ininterrumpida.

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Superclásicos

Durante el superclásico, la parcialidad de Boca debió esperar 45 minutos para salir de la Bombonera. Fue una disposición de seguridad para evitar un enfrentamiento con los hinchas de River. Pero no todos cumplieron con la medida. Hubo al menos dos hombres que a los diez minutos lograron salir presurosos, seguramente para festejar con sus familiares el empate, de local y con dos hombres de más. Uno de ellos fue el titular de la cartera de Trabajo, Carlos Tomada, quien solitariamente partió por la puerta 18 de la platea baja. El otro, el “superministro” Julio De Vido, flanqueado por su custodia, quien hizo lo propio por la puerta 20 de la platea media.

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Pulsaciones

Daniel Filmus e Ignacio Hernaiz tenían todo planeado. Fóbicos al avión, el ministro de Educación y su mano derecha pensaban salir bien tempranito en auto y estar antes del mediodía en Entre Ríos para firmar el acuerdo con los docentes. Pero cuando le avisaron a Néstor Kirchner de sus planes, aunque no de sus miedos, el Presidente los paró en seco:
–Cómo van a ir en auto. Ya mismo les mando el avión.
Pese a que el mismo terror a volar lo tienen personalidades como Gabriel García Márquez o Mercedes Sosa, a Filmus y compañía les dio tanta vergüenza admitirlo que sin chistar aceptaron la oferta presidencial. Y debieron convivir las horas de vuelo con más de 200 pulsaciones.

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Terrible pito

En la Secretaría de Seguridad Interior los empleados y el personal policial no salen de su asombro: no sólo por la presencia de Javier Castrilli, a quienes algunos ya bautizaron el “terrible pito”, sino también por la importante cantidad de asesores. Dicen los que saben que son más de una veintena y que incluyen, además de su hijo, a profesionales de la abogacía, la psicología, la antropología, la psiquiatría, la filosofía y hasta un coronel retirado. Lo que se dice, un equipo multidisciplinario.

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Me tomo cinco minutos

La reunión duró una hora y media. Y por eso, luego de hablar de los planes trabajar y los cortes de ruta, Néstor Kirchner se relajó y se animó a abordar otros temas con los piqueteros Luis D’Elía y Carlos Alderete. Uno de ellos fue la reproducción de una anécdota que le contó el presidente venezolano Hugo Chávez sobre su encuentro con el líder cubano Fidel Castro en Buenos Aires. “Estuvimos juntos como 5 horas. El problema –se quejó Chávez, irónico– era que por cada hora, 55 minutos hablaba él y 5 yo. Y los 5 que me tocaban a mí apenas me alcanzaban para decir ‘Sí comandante’”.

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Clandestina

La avanzada oficial contra Julio Nazareno hizo disparar a los periodistas del Congreso hacia el despacho de Cristina Kirchner. Pero la senadora y ferviente crítica del presidente de la Corte se volvió tan o más impalpable que Bin Laden y Saddam Hussein juntos. Por eso alguno de los hombres de prensa ofrecieron al entorno de la mujer del Presidente una “cumbre clandestina”, manifestando incluso su disposición a marchar”encapuchados” hacia el lugar que ella decidiera. La respuesta llegó un día después, también a través de emisarios: “Por ahora voy a seguir en la clandestinidad”, dicen que dijo sin parar de reír.

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Piedra libre

A pesar de sus anteojos negros, Carlos Wiater no pudo ocultar su presencia en la cola de la embajada de los Estados Unidos. El abogado multimediático y defensor de los ahorristas contra el Banco Santander no estaba solo: algunas personas más atrás se divisaba al musculoso actor Sebastián Estevanez. Ambos debieron soportar las habituales preguntas de aquellos que aspiran una visa para ingresar al gran país del norte, como por ejemplo si son subversivos, tratantes de blancas y otras yerbas.

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Interna diplomática

Dos circulares enviadas a todo el personal del Servicio Exterior de la Nación, incluidas embajadas y consulados, despertaron la atención la última semana. La primera le pertenece al saliente subsecretario de Coordinación y Cooperación Internacional, Federico Barttfeld, en la que hace llegar su agradecimiento al personal de “La Casa”, como en la jerga llaman a la Cancillería, y se deshace en discutibles autoelogios (“logramos resquebrajar la inercia administrativa de largos años” o “limitado a la ingrata tarea de administrar a diario la escasez, se encararon reformas de fondo”). La segunda circular es la despedida del embajador Fernando Taboada a Barttfeld, en la que hace una acusación disfrazada de enigmática referencia: “...pues bien, he estado de acuerdo con algunas de sus decisiones y por la elección para cargos de honra de cierto colaborador que incluso llegó a defraudarlo”. Dos diplomáticos.

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Tragame tierra

El Salón Blanco del Ministerio de Educación era una caldera. Asumían los nuevos funcionarios y, como hace mucho no se veía, el lugar estaba repleto. Hilda Lanza, la ex subsecretaria de Evaluación y Calidad Educativa durante la gestión de Susana Decibe, era una de las que disfrutaba del acto. Hasta que una mujer la paró en seco y le dijo “¿Te acordás de mí?”. Mientras Lanza intentaba reconocerla, la mujer siguió con su lata: “¿No te acordás cuando El Adolfo te pidió que le subieras unos puntitos a la evaluación de la provincia para que no quedara tan atrás?”. Por suerte, para Lanza claro, el ruido y el tumulto impidieron que el monólogo siguiera.

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Ci vediamo dopo

La alegría de Julio Alak era inocultable, al menos eso se percibía el viernes desde el otro lado de la línea telefónica. El intendente estaba en el mismísimo estadio único de La Plata, supervisando los trabajos finales antes de la inauguración, cuando los albañiles de la Uocra –según relató– dejaron las herramientas de lado para ver si era real lo que sucedía en el medio del campo de juego. Del silencio, los muchachos pasaron al cuchicheo. Y del cuchicheo al aullido. El diálogo telefónico con el periodista de Página/12 debió ser interrumpido en más de una oportunidad hasta que Alak no tuvo más que confesarse: “Sabés lo que pasa, están haciendo una producción con una chica que está casi en bolas, creo que es la ex de Martín Palermo”. Obviamente, no tenía sentido seguir la charla.

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Paseo

Para acotar el poder de Luis Barrionuevo en el PAMI, el Gobierno nombró a nuevos representantes estatales en ese Instituto. En otras palabras, desplazó al barrionuevista Banjamín Surace y dejó entrever un acuerdo con la CGT para forzar la salida del sindicalista, también barrionuevista, Reynaldo Hermoso. Sin embargo, algunos testigos desbocados aseguraron verel jueves a este representante gremial del PAMI pasear orondo por los pasillos de la Casa Rosada. ¿Habrá ido a pedir piedad o simplemente a despedirse?

* Colaboraron: Laura Vales, Martín Piqué, Nora Veiras y Santiago Rodríguez.

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