El reelecto gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, prometió ayer que el eje de su nueva gestión será “la renovación” y llamó a “arremangarse” para “ayudar” al presidente Néstor Kirchner, mientras desde el Gobierno nacional destacaron su triunfo en las elecciones del último domingo. El acercamiento de De la Sota a Kirchner se verá reflejado también mañana, ya que el santacruceño decidió incorporarlo a la comitiva que lo acompañará a Brasil para su entrevista con el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula da Silva. El radicalismo cordobés, en tanto, adelantó que hará una “autocrítica” por su derrota en los comicios a gobernador, aunque señaló que “cuatro de cada diez cordobeses le siguen diciendo no al gobernador De la Sota”.
“Debemos escuchar bien el mensaje que la gente nos dio y no creernos que todo está bien. Hay cosas que no salieron bien y hay que hacerlas bien”, afirmó De la Sota y agregó que su triunfo electoral no significa una “revancha” tras su fracaso como candidato a presidente sino “una gran responsabilidad”, ya que en ese distrito “Córdoba no da cheques en blanco”. También dijo que tiene por delante “una buena tarea de renovación” y que “el 12 de julio –cuando comienza su nuevo período como gobernador– termina un gobierno y tiene que empezar otro, que va a tener que poner mucho esfuerzo en hacer las cosas más y mejor”.
Pero De la Sota no sólo se refirió a su futuro en Córdoba sino que también tuvo definiciones de orden nacional y la principal fue su llamado a apoyar la gestión de Kirchner. El cordobés manifestó su respaldo al santacruceño después de manifestar que se mantendrá al margen de las pujas por la conducción del peronismo.
“En la agenda de preocupaciones mías y de los argentinos, las cosas internas de los partidos deben estar en el lugar número 200”, declaró De la Sota, quien aclaró que “valoro los partidos, pero sería un gravísimo error que el peronismo se enfrascara en temas partidistas, cuando todos nos tenemos que arremangar y ayudar al Presidente para que tenga éxito”. En el mismo sentido, criticó “al vedettismo político de ayudar pero no tanto, o de ayudar pero marcando diferencias”, en alusión a la posición fijada por otros dirigentes políticos.
El acercamiento público de De la Sota a Kirchner marca un cambio de la relación entre ambos. El santacruceño estaba enojado con el cordobés porque considera que no jugó a su favor en las presidenciales, aunque desde el Gobierno nacional empezaron a restablecer los puentes cuando comprobaron que conseguiría su reelección como gobernador.
Ahora Kirchner no sólo decidió que lo acompañe a Brasil –donde fue embajador– a la entrevista que mañana mantendrá con Lula sino que el ministro del Interior, Aníbal Fernández, también destacó su triunfo. “El trabajo en Córdoba ha sido más que reconocido”, subrayó Fernández, y añadió que “creemos que es un trabajo muy importante y fuerte que hay que seguir de cerca”.
Mientras De la Sota disfruta de su triunfo, los radicales ya repasan las razones que llevaron a su candidato, Oscar Aguad, a la derrota. El titular del radicalismo de Córdoba, Miguel Nicolás, anticipó que en el partido habrá una “autocrítica”, aunque remarcó que la elección no fue mala para la UCR. “De cada diez personas –expresó Nicolás–, casi cuatro le han dicho que no a este modelo de De la Sota.”
El presidente del Comité Nacional del radicalismo, Angel Rozas, también consideró bueno el desempeño electoral de su partido. “A pesar de las dificultades, la UCR ha mantenido una importante adhesión del pueblo cordobés”, enfatizó.