EL PAíS
Los diputados del PJ, sin fisuras, harán avanzar el juicio político
A diferencia de lo que hicieron el año pasado, los legisladores oficialistas están decididos a juzgar a Nazareno. Así lo decidió su mesa de conducción. Por ahora, no irán contra otros supremos.
› Por Felipe Yapur
Cómo cambia la gente. Ayer, la mesa de conducción del bloque de diputados del PJ decidió apoyar formalmente las iniciativas que existen en la Comisión de Juicio Político contra el supremo Julio Nazareno. La actitud tomada por los diputados es diametralmente opuesta a la que tuvieron el año pasado cuando la mesa, entonces conducida por Humberto Roggero, evitó su discusión, que luego se transformó en la desaparición de buena parte del bloque a la hora de votar por la acusación a los cortesanos. Es tanto el cambio que hasta se decidió llevar al pleno de la bancada el debate de los proyectos de enjuiciamiento al titular del supremo titular.
El encuentro de ayer fue conducido por José María Díaz Bancalari. Se tomó formalmente la determinación de avanzar, en consonancia con la actitud del presidente Néstor Kirchner, en el proceso a Nazareno. Si bien varios son los proyectos en danza en contra del supremo, los diputados justicialistas se abocarán a impulsar con firmeza el que presentaron Jorge Obeid y Eduardo Di Cola.
La iniciativa de estos legisladores se sustenta en la innumerable cantidad de declaraciones que Nazareno realizó durante la semana pasada, que consideraron impropias para la investidura de un presidente de la Corte Suprema. Por lo tanto solicitan su destitución por mal desempeño.
Para el encuentro de hoy, la conducción del bloque definió que el titular de la Comisión de Juicio Político, el tucumano Ricardo Falú, realice un sintético informe sobre las causas que se presentaron y la viabilidad de cada una de ellas. Luego será el turno de Obeid, quien se explayará sobre la oportunidad política del enjuiciamiento y, por último, hablará Di Cola. El cordobés tiene la misión de explicar las cuestiones legales referidas al caso. Esta será la primera vez que el bloque en pleno debatirá un juicio a la Corte. El año pasado, el entonces presidente de la comisión Sergio Acevedo –hoy titular de la SIDE– realizó infructuosos esfuerzos para que Roggero incorporara el tema en la agenda del bloque. Hoy, con el nuevo Ejecutivo, todo es diferente.
De todas formas, hay cierto ánimo en el bloque oficialista de concentrarse exclusivamente en el proyecto que impulsan Obeid y Di Cola. Esto no significa que rechazarán los otros pedidos que existen y que, de hecho, mañana durante la reunión de la comisión serán declarados admisibles. El problema es que este solo caso suena a poco para destituir al titular de la Corte máxime si se considera que el año pasado el ministro acumuló 44 cargos en su contra de mucha mayor envergadura que los que se presentaron en esta oportunidad. Es por ello que no se descarta que se sumen varios pedidos para recién llevarlas al recinto.
Justamente este tema, la posibilidad de reflotar esos 44 cargos, también fue discutido durante el encuentro que ayer mantuvo la mesa del bloque del PJ. Los oficialistas decidieron evitar que se avanzara con este intento más allá de las consultas que se realizarán con diferentes especialistas. La verdadera razón es que pretenden evitar el bochorno de sentarse en las bancas y apoyar las causas que el año pasado, por orden del entonces presidente Eduardo Duhalde y la oficiosa gestión del titular de la Cámara baja Eduardo Camaño, votaron en contra o se ausentaron de las poltronas al momento de emitir su decisión.
Se descuenta que en la reunión de bloque de hoy no se escucharán voces en contra de la iniciativa. En parte, porque aquellos menemistas que retornaron al bloque no tienen espacio para oponerse, pero fundamentalmente porque los más puros han decidido permanecer apartados del oficialismo.
Mañana jueves, la comisión le dará curso, además de a la iniciativa de Obeid y Di Cola, a las que presentaron Carlos Iparraguirre sobre las causas denominadas Sevel y Meller, más la que presentaron los aristas Atilio Tazzioli y Graciela Ocaña.
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