EL PAíS
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Una banca para Videla
Por Vilma Ripoll*
Fue una guerra civil. No murieron trabajadores tanto. Es mentira que hay 30.000 desaparecidos: son menos de 244. No hay pruebas del robo de bebés; las madres los ponían como escudos. El juicio a las juntas fue un mamarracho. No es un genocida. Pongo las manos en el fuego por Videla...” Son frases de hace tres años... y de hace pocos días. Elena Cruz reivindica a Videla y niega los crímenes de la dictadura. Por eso junto a los diputados Echegaray y Baltroc la impugné: no tiene idoneidad ética y moral ni respeto por los derechos humanos, requisitos que desde 1994 tienen rango constitucional. Como prueba aportamos videos, cintas de radio, fallos y antecedentes como los Angel Luque y Norma Godoy, echados del Congreso nacional por dichos menos aberrantes y sin necesidad de condena judicial.
En cambio, otros diputados, en nombre de la libertad de expresión y desdiciendo sus posturas anteriores, quieren aprobarla. Pero en este país hubo terrorismo de Estado: asesinatos, secuestros, robo de bebés, campos clandestinos, vuelos de la muerte, torturas, violaciones, exilio, persecución... un genocidio. Y a la cabeza, entre otros, estuvo Videla.
Luego hubo Punto Final, Obediencia Debida e indultos por culpa de los partidos tradicionales, que además llevan a represores o a sus defensores en las listas.
La línea divisoria, entonces, pasa por el genocidio y la impunidad. Porque sigue la pelea democrática para que los asesinos vayan presos y los pibes robados recuperen su identidad. Por encima de la “libre opinión” de Elena Cruz está la necesidad y el derecho básico de toda la sociedad de que haya justicia. Como reclaman Madres (LF), H.I.J.O.S., Familiares, Ex Detenidos, MEDH, Liga, FUBA, FES, ATE Legislatura, la Directora de Derechos Humanos de la Ciudad, Liberpueblo, la Coordinadora de Villas, los delegados del subte y tantos otros, no debe asumir.
En su momento, a Cruz la expulsó la Asociación de Actores. Su propia lista pidió revocar su candidatura. Y hasta el Tribunal que la autorizó reconoció que “la Legislatura es juez exclusivo de los derechos y títulos de sus miembros”.
Como me dice la gente en la calle, seguimos la pelea. No es fácil y por eso convoco a redoblar la presión y enviar pronunciamientos a la Legislatura. Por una generación de luchadores desaparecidos o asesinados; por sus hijos robados y aún sin identidad; por sus Madres, Abuelas y Familiares que siguen luchando, Videla no merece una banca.
* Diputada de la Ciudad por Izquierda Unida.