Como parte del coqueteo permanente con Daniel Scioli, el peronismo disidente volvió a salir en defensa del gobernador bonaerense por sus diferencias con el gobierno nacional y hasta lo mencionaron como parte del armado de un PJ “post-kirchnerista” que compita por la Presidencia en 2015. El empresario y diputado nacional Francisco de Narváez salió al cruce de las versiones que lo vinculan a un “pacto electoral” con Scioli para las legislativas de octubre al afirmar que se trata de una campaña “que tiene el solo objetivo de perjudicar al gobernador”. En tanto, el jefe del interbloque de diputados del PJ disidente, el ex cobista mendocino Enrique Thomas, afirmó que Scioli sería parte del conglomerado –que también uniría a De Narváez, al gobernador cordobés José Manuel de la Sota, los sindicalistas Hugo Moyano y Momo Venegas, Roberto Lavagna y los hermanos Adolfo y Alberto Rodríguez Saá– una vez que el oficialismo “pierda las legislativas” y “entierre el proyecto re-reeleccionista” del kirchnerismo.

“Todo esto que se está tejiendo, diciendo, tiene un solo objetivo, que es perjudicar al gobernador. De ninguna manera hay con Daniel un pacto electoral ni un acuerdo electoral porque no es ése el ánimo que nos une”, afirmó De Narváez. “Sí tenemos la misma visión sobre cuestiones institucionales que hoy afectan a la vida de los bonaerenses”, como “el no comienzo de las clases” (por el paro docente que reclama la reapertura de las paritarias), argumentó el empresario.

De Narváez también respaldó la defensa del mandatario bonaerense que realizó José “Pepe” Scioli, hermano del gobernador y frustrado candidato a diputado nacional por el denarvaísmo en su alianza con la UCR en la provincia. En cambio, el empresario prefirió cargar contra el kirchnerismo: calificó como “totalmente antidemocrático” que la diputada oficialista Diana Conti admitiera que a Scioli no se pretende “echarlo” sino “alinearlo” con las decisiones presidenciales.

La estrategia electoral que trazó el denarvaísmo es no confrontar con Scioli. “Scioli no es nuestro adversario porque no vamos a competir con él en 2013 ni en 2015, porque la Constitución provincial le prohíbe la re-reelección”, afirma el principal operador político del empresario, el diputado nacional Gustavo Ferrari. Imaginan que alimentar las aspiraciones presidenciales de Scioli les abre el camino a la gobernación y hasta no descartan una futura alianza en 2015 que comparta esos objetivos. En tanto cuestionan al intendente de Tigre, Sergio Massa, a quien sí ven como un duro adversario de sus anhelos.

Thomas, en cambio, imagina a todos ellos –incluso a Scioli y Massa– como parte de un peronismo “post-kirchnerista” que confluya en un mismo frente para 2015. “Scioli tiene una gran responsabilidad por ser gobernador de la mayor provincia del país, donde está el 38 por ciento del padrón electoral. Cuando Scioli decida ser parte de este peronismo que viene, seguramente tendrá su posibilidad y estará en las conversaciones como protagonista, como hay otros que hoy no lo dicen y esperan a cuando quede enterrada la re-reelección de Cristina Fernández”, sostuvo.

El mendocino vaticinó la derrota del oficialismo en las legislativas de octubre y anticipó el armado de un frente electoral opositor que incluya a De la Sota, De Narváez, Moyano, Lavagna, Venegas, los Rodríguez Saá, Mario Das Neves, en alianza con el macrismo en varias provincias, y apostó a que las candidaturas “se diriman en las primarias” de agosto.