El gobierno de Mauricio Macri firmó un nuevo contrato de concesión con la empresa Metrovías que le permitirá seguir operando el subte por dos años más. Como habían anunciado en la gestión PRO, el macrismo tomó control de los negocios adicionales que subcontrataba Metrovías y que manejan otras empresas del Grupo Roggio. Se trata de la publicidad, la fibra óptica y el alquiler de locales. Sin embargo, desde la oposición porteña plantearon la duda de qué ocurrirá con esas subconcesiones, que generan más de 100 millones por año, y que hasta ahora maneja Metronec, otra empresa de Roggio. “Lo que tienen que hacer ahora es sacar a Metronec. Tampoco sirve que sea Macrinec”, graficó el legislador de Proyecto Sur Rafael Gentili.

Desde que el gobierno porteño se hizo cargo del subte, mediante una ley de la Legislatura, inició un proceso de revisión de la concesión. Aunque en un primer momento habían dicho que podían considerar una gestión estatal, esa idea fue rápidamente descartada por los macristas. Finalmente, seguirá la misma compañía. La empresa estatal de subtes (Sbase) no difundió aún el acuerdo que firmó con Metrovías, sólo un comunicado con algunos puntos genéricos del acuerdo:

- Es por dos años para la operación y mantenimiento del subte. “El Estado tomará a su cargo todas las inversiones y obras de mejora y expansión.”

- Metrovías se queda solamente para la operación: esto significa que Metrovías ya no podrá subcontratar otras actividades económicas. “Se estatiza la explotación de los ingresos no tarifarios tales como la publicidad, los locales comerciales y la fibra óptica.”

- El acuerdo establece –según Sbase– “rigurosos controles periódicos y severas penalizaciones al operador por incumplimiento del mismo. Además, contempla un fuerte incremento tanto en los estándares de calidad a alcanzar como en el control de la seguridad del servicio, el cual estará efectuado a diario por un cuerpo de inspectores afectados específicamente para tal fin”.

“Estamos convencidos de que este nuevo acuerdo ayudará a mejorar el funcionamiento actual de la red de subtes para beneficio de la gente. Hay que poner al usuario en primer lugar”, afirmó el titular de Sbase, Juan Pablo Piccardo. “Es un paso adelante en la gestión del subterráneo para mejorar la seguridad y calidad de servicio al usuario. A partir de ahora el operador se concentrará en la operación de trenes y el mantenimiento, y queda para el Estado la explotación de los ingresos no tarifarios así como también todas las obras de mejora y expansión”, sostuvo.

Según denunció Gentili, la tercerización de todas las actividades económicas le había permitido al Grupo Roggio mantener un concesionario deficitario mientras el dinero fluía a través de otras empresas del mismo holding. El esquema incluía un canon bajo que Metronec le pagaba a Metrovías por la publicidad, los locales y otros negocios. Esto redundaba en un “concesionario pobre y un grupo empresarial rico”, como lo definió Gentili en uno de sus informes sobre el estado del subte.

Gentili mostró ayer sus dudas sobre que el cambio de contrato termine con estos negocios. “Metrovías concesionó los colaterales y cobraba un canon a Metronec, que es del Grupo Roggio. Lo que queremos saber es si Sbase va a abrir una oficina para explotar la publicidad. Eso es sacarle el negocio de los colaterales, que son 100 millones de pesos”, sostuvo.

“Con la renovación de la concesión a Metrovías, Macri consagra el modelo de impunidad y premia la corrupción del Grupo Roggio”, remarcó Gentili, quien calificó de “dibujo fenomenal” el último balance de Metrovías. Por su parte, el legislador del MST, Alejandro Bodart, destacó que “Macri le renueva el negociado a una empresa estafadora y asesina, mientras les pijotea un magro subsidio a los inundados”.