Los ciudadanos de Bariloche votaron a favor de la revocatoria del mandato del suspendido intendente Omar Goye, en el referéndum realizado ayer. Así lo decidió el 77,27 por ciento de los votantes, contra un 22,73 por ciento que se pronunció en contra de la destitución. Ahora se pondrá en marcha el mecanismo para elegir al nuevo intendente de la ciudad y los comicios se realizarán dentro de los próximos 60 días. Luego de conocerse los resultados, el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, expresó que “el pueblo pone y el pueblo saca”. Goye se limitó a considerar: “Hemos peleado con dignidad”.

Si bien el voto fue obligatorio, según datos oficiales se aceraron a las urnas cerca del 60 por ciento de los votantes que componen el padrón electoral, que era de 79.650 electores. Sólo hubo dos opciones de voto: el “sí” a la destitución, y el “no”, que implicaba el regreso de Goye al cargo de intendente.

Goye votó cerca de las 10.30 en la escuela del barrio Las Quintas. Allí declaró sentirse “muy tranquilo” y expresó que “cualquiera sea el resultado, hay que respetar la voluntad soberana del ciudadano”. Tras conocerse los primeros datos del escrutinio, dijo tener “sensaciones variadas, pero evidentemente la tendencia ya se ha hecho irreversible, con lo cual creo que es digno que diga que acepto la derrota de las urnas, pero sin dejar de decir que hemos perdido con dignidad, con la dignidad que tiene la gente bien nacida que piensa que los procesos deben darse”.

Un rato antes había votado la intendenta interina, María Eugenia Martini. “Ningún dirigente debe temer lo que digan las urnas”, señaló la jefa comunal tras emitir su voto y destacó que con el referéndum de ayer “se resolverá la crisis institucional” de Bariloche.

Goye fue suspendido el 18 de enero por el Concejo Deliberante de la ciudad, acusado por “irregularidades en el desempeño de sus funciones” y en el manejo de fondos, así como por “negligencia” ante los saqueos sufridos en Bariloche a fines de 2012. La decisión fue tomada por diez de los once concejales que componen el cuerpo: el Frente Grande presentó el proyecto y lo avalaron el kirchnerismo y otros bloque minoritarios, mientras que el radicalismo se opuso. Luego, el pedido de revocatoria del mandato fue refrendado con la firma de 11 mil barilochenses. Desde entonces, Martini, que era la presidenta del Concejo Deliberante, se desempeña como intendenta interina y el concejal Carlos Valeri quedó a cargo de la presidencia del cuerpo. “Estamos muy contentos. Fue un proceso democrático a través del instrumento que tiene la Carta Orgánica de Bariloche que brinda la posibilidad de revocatoria popular del intendente”, expresó el presidente del Consejo.

“Bariloche necesita un intendente con fuerte respaldo electoral, no admite intendentes con el 28 o 30 por ciento del padrón”, fueron las palabras del gobernador de Río Negro tras conocerse los resultados. Weretilneck apoyaba públicamente el desplazamiento de Goye. Tras los saqueos sucedidos en diciembre del 2012, le había pedido la renuncia al intendente. Goye se negó y resistió sin el apoyo del kirchnerismo hasta el 18 de enero, cuando el Concejo Municipal decidió suspenderlo e iniciar el proceso de revocatoria. “Esperamos que sea un punto de inflexión y que nunca más un remedio institucional de estas características tenga que ser usado”, expresó el mandatario en relación con el plebiscito realizado y agregó que es muy positivo que “el pueblo de Bariloche haya resuelto este tema mediante el plebiscito. Es un mecanismo muy importante. Es la propia gente la que define y pone punto final a esas manifestaciones de golpe institucional”. Ayer también se hizo presente en Bariloche el senador Miguel Angel Pichetto, jefe del bloque del FpV en la Cámara alta, quien consideró que “el ciclo de Omar Goye había concluido en el mes de diciembre”.

Según se establece en la Carta Orgánica de Bariloche, para que se realicen las elecciones hay un lapso de 60 días luego de la destitución del intendente. El próximo jefe comunal deberá cumplir el mandato hasta diciembre del 2015.