El intendente de La Plata, Pablo Bruera, calificó la inundación del 2 de abril como “la peor tragedia” que sufrió la capital de la provincia de Buenos Aires desde su fundación, agradeció la “solidaridad del pueblo argentino” y pidió ayuda al resto de las fuerzas políticas, económicas y sociales “para la reconstrucción rápida de la ciudad”, además de solicitar el aporte económico de la provincia y la Nación para “realizar las obras necesarias” tras la tragedia. En la apertura de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante local, el jefe comunal se adelantó al reclamo opositor de conformar una comisión investigadora y habilitó la integración de una “comisión especial” que determinará las causas de las inundación, al tiempo que volvió a pedir “disculpas” por el “grave error” de comunicación, como definió al tweet que lo mostraba en una foto “trabajando” frente a la crisis cuando en realidad aún estaba de vacaciones en Brasil, y reiteró que no va a renunciar a su cargo. Desde el kirchnerismo bonaerense, en tanto, confiaron a Página/12 que si bien no tienen intención de empujar la salida de Bruera del cargo tampoco harán nada para sostenerlo si la situación se precipita.

“Tenemos que trabajar en las causas, en el origen y en explicarle a los platenses que esto no va a suceder nunca más”, afirmó Bruera frente a los ediles platenses, después del minuto de silencio con que el Concejo Deliberante recordó a las víctimas de la tragedia. “Si bien es cierto que las catástrofes no se pueden evitar, tenemos que ver las cuestiones que pueden mitigar esto”, aclaró luego.

Bruera detalló cómo funcionó el sistema de emergencia municipal frente al alerta meteorológico que –aseguró– luego “cesó” y que terminó de sorprenderlos a las pocas horas cuando el agua empezaba a entrar en las casas. Aunque el intendente y funcionarios comunales deslindaron algunas responsabilidades sobre la gobernación, desde la provincia evitaron polemizar con el intendente. El jefe comunal también afirmó ante el Concejo Deliberante que “tenía un plan de gobierno” para este año, pero reconoció que tras la trágica inundación “eso no sirve más, hay que trabajar, el 2 de abril empezó otra etapa”. Luego intentó identificar una serie de posibles causas de la inundación, pero también admitió que habría que esperar las conclusiones de los especialistas en hidráulica de la Universidad de La Plata.

Bruera enfrentó la apertura de las sesiones en el Concejo como parte de la defensa de su gestión frente a los cuestionamientos de buena parte de los afectados y también de distintos sectores políticos. “Estoy convencido de que si mi nombre pudiera servir para paliar un milímetro el dolor de alguien estaría a disposición, pero estoy convencido de que poner en crisis institucional a la ciudad sería ponerla en un lugar donde se alejaría del rescate, el sacrificio y la solidaridad y de ponernos de pie”, dijo en su discurso ante los concejales para ratificar que no renunciará a su cargo. Al respecto, desde el kirchnerismo aseguraron que no impulsan ninguna movida para sacar a Bruera del cargo –el intendente platense está en el sector del peronismo que se referencia en Sergio Massa–, pero que tampoco asumirán su defensa si la realidad se tuerce para ese lado.

Bruera volvió a pedir disculpas por el tweet que mostraba una foto suya supuestamente ayudando en un centro de evacuación en la noche del desastre cuando todavía no había regresado de Brasil, donde pasó el largo feriado. “Todo el pueblo de La Plata necesita de parte mía un reconocimiento de este grave error y mis disculpas”, afirmó. Pero no todos los platenses parecen estar dispuestos a disculparlo. Un grupo autodenominado Indignados La Plata, convocó a través de Facebook a una movilización para hoy al mediodía en la plaza Moreno para pedir su destitución.