El ex intendente de San Rafael durante la dictadura, teniente coronel Luis Alberto Stuhldreher, fue detenido en Mendoza luego de permanecer prófugo durante casi dos años. El militar retirado de 66 años pudo haber sido juzgado en 2010, pero obtuvo un par de años de changüí gracias a los oficios del entonces camarista Julio Demetrio Petra, quien renunció a su cargo cuando el Consejo de la Magistratura comenzó a investigar su colaboración con los represores. Stuhldreher, que en democracia fue funcionario del gobernador Julio Cobos, está imputado por su responsabilidad en nueve casos de torturas y once desapariciones.

Stuhldreher fue nombrado intendente por la Junta Militar días después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976. Fue el segundo en el orden de mando de esa localidad, debajo del mayor Luis Faustino Suárez. Mariano Tripiana, de la organización Hijos-San Rafael, recordó ayer que también trabajó en inteligencia antes del golpe en las provincias de San Juan, Mendoza y San Luis. Durante la gobernación de Cobos fue director de logística del Ministerio de Seguridad. Llegó a estar procesado, pero recuperó la impunidad gracias a la Cámara Federal de Mendoza encabezada por Petra, que le dictó falta de mérito en la causa por la desaparición de Héctor Fagetti y por otras 18 víctimas, pese a que sus casos no habían llegado al tribunal. Petra, clave también en la impunidad de su compañero Otilio Romano, renunció al cargo para evitar ser destituido en juicio político.

La Cámara de Casación revocó la falta de mérito y el militar fue imputado por otros casos, pero cuando el juez federal Eduardo Puigdéngolas ordenó su detención ya estaba bien guardado. El año pasado, a pedido de Hijos-San Rafael, el Ministerio de Justicia de la Nación lo incluyó entre los represores por los que ofreció recompensas de hasta 100 mil pesos. Pero no fue necesario. Luego de una de investigación que duró meses, fue detenido el martes por la Policía Federal en la casa de su hija, en el barrio La Masia de la localidad de Vistalba, Luján de Cuyo. El comisario local Sergio Petterini apuntó que el militar no había cambiado su fisonomía y que no opuso ninguna resistencia. Quedó alojado en la penitenciaría de San Rafael a la espera de la indagatoria.

“Fue un trabajo desde el silencio y el constante esfuerzo de quienes tenemos el compromiso de llevar adelante estos juicios”, dijo el juez Puigdéngolas. “Estoy muy contento. Es un avance grande contra la impunidad y es la mejor manera de llevar justicia a San Rafael. Esta es la justicia que buscamos y hemos trabajado para eso”, declaró el juez de la Corte provincial Omar Palermo, que impulsó la investigación desde su anterior función de fiscal. “Es un avance muy importante. Tenerlo en el banquillo de los acusados va a cerrar muchas cuestiones que se están investigando”, consideró Tripiana, de Hijos-San Rafael.