Nueve de los diez militares detenidos por su participación en la Masacre de Margarita Belén llegaron ayer a Resistencia, donde serán indagados la semana que viene por el juez federal Carlos Skidelsky. Todos están acusados de ser los ejecutores directos del asesinato de 22 personas.
Los militares fueron alojados en la Base de Apoyo Logístico que el Ejército posee en el barrio de La Liguria y quedaron a disposición del juez chaqueño. Todos están imputados del delito de “homicidio agravado por el número de personas y alevosía”.
El único acusado que no pudo ser trasladado desde Buenos Aires a Resistencia es el coronel retirado Alcides Larrateguy, de 73 años, internado en el Hospital Militar de Buenos Aires. Athos Gustavo Renes, Rafael Carnero Sabol, Norberto Raúl Tozzo, Luis Alberto Pateta, Ernesto Jorge Simoni, Aldo Héctor Martínez Segón, Horacio Losito, Guillermo Reyes y Germán Emilio Riquelme son los que están en Resistencia.
Los militares arrestados –entre los que hay tres en actividad– están acusados de ser los autores materiales del fusilamiento de 22 presos que fueron asesinados en inmediaciones de la localidad de Margarita Belén en diciembre de 1976.
Skidelsky citará el martes a los acusados para que designen a sus abogados defensores y a partir del jueves comenzará con los interrogatorios. Los militares figuran en la investigación sobre el crimen que la Cámara Federal de Rosario envió la semana pasada a Skidelsky. En ese expediente, los militares fueron citados como testigos y admitieron haber formado parte del convoy que supuestamente debía trasladar a los presos a Formosa. Pero los detenidos fueron fusilados en el camino y los asesinatos se intentaron justificar con el argumento de que las víctimas se habían intentado fugar. Durante el Juicio a las Juntas se probó que el crimen “se produjo como consecuencias de las Fuerzas Armadas o de seguridad encargadas de su custodia”.