Intentando generar el menor ruido posible, el Gobierno avanzó nuevamente ayer con la reestructuración del PAMI. Y lo hizo, por un lado, anulando 28 contratos de personal que significarán para la obra social de los jubilados un ahorro estimado de casi un millón de pesos anuales, y por otro, realizando nuevos nombramientos en la línea gerencial.
La baja de los contratos la dispuso el presidente del PAMI, Juan González Gaviola. Si bien no trascendieron los nombres, fuentes de la Casa Rosada indicaron que se trataría de personas “digitadas” por Reynaldo Hermoso y Domingo Petrecca, los ex delegados sindicales vinculados a Luis Barrionuevo.
El personal contratado, cuya masa salarial representaba cerca de un millón de pesos anuales, no sólo no seguirá cumpliendo funciones sino que tampoco será reemplazado.
No fue esta la única novedad. También comenzaron a difundirse algunos nombres que completarán las ocho gerencias de la obra social. Al de Jorge Srur, el hombre estrechamente vinculado a Gustavo Beliz que asumirá la gerencia “general”, tal como adelantó Página/12, se sumarán:
- Alejandro Abella fue nombrado en el área de “coordinación con las UGL (Unidades de Gestión Local)”, como se conocen a las sucursales del PAMI en el resto del país.
- Armando Caletti, el ex subsecretario de Salud de Mendoza, asumirá en “prestaciones médicas”.
- Oscar Reynoso, quien fuera tesorero de la Legislatura de Mendoza, se hará cargo de la gerencia “económica financiera”.
La procedencia territorial de estos dos últimos dirigentes no deja lugar a dudas sobre la influencia de González Gaviola en sus nombramientos. González Gaviola fue hasta desembarcar en el PAMI, vicegobernador de Mendoza.
Está decidido, además, que las gerencias “administrativa” y la de “legales” queden en manos de agentes gubernamentales, como se conoce a los técnicos que transitaron por los cursos de capacitación de la función pública. Para las arcas del PAMI eso representa un alivio extra ya que de los sueldos de los agentes gubernamentales se hace cargo la Jefatura de Gabinete, a cargo de Alberto Fernández.
Lo que aún resta definir, aunque no más allá del fin de semana, son las gerencias de “auditoría interna” y la de “relación con los beneficiarios”.
Mientras tanto, el PAMI cedió un espacio físico a los 16 funcionarios de la Auditoría General de la Nación (AGN), que realizarán un relevamiento sobre contrataciones realizadas por la obra social de los jubilados desde su normalización, a fines del año pasado.
La investigación de la AGN, que se focalizará en 78 contratos, fue motorizada por el Senado de la Nación como una manera de fortalecer el proceso de transparencia impulsado por el presidente Néstor Kirchner. En Gobierno esperan que entre las conclusiones que el organismo timoneado por Leandro Despouy dará a conocer en un mes, se ratifique lo que es vox populi en los pasillos del PAMI, como las supuestas relaciones entre algunos ex directores con prestadoras del instituto.
Esto habilitaría, por un lado, a nuevas remociones en lugares estratégicos del PAMI y, por otro, a investigaciones por presuntas irregularidades en la facturación de los servicios. Además, “ablandaría” a los 7 representantes de los jubilados en el directorio, que a pesar del despido de sus pares sindicalistas presentan alguna que otra resistencia a los cambios de fondo de la obra social.