El gobernador Scioli, la presidenta Kirchner y el intendente Insaurralde en el acto en Lomas de Zamora.
Imagen: Télam.

Ni el gobernador Daniel Scioli ni nadie de su entorno político salieron ayer a decir algo a propósito del discurso de la presidenta Cristina Kirchner del jueves en Lomas de Zamora, en el que se quejó de los que “nunca ponen la cara” y de quienes la “toman por estúpida”. La flamante jefa del bloque de diputados del kirchnerismo, Juliana Di Tullio, apuntó en la misma dirección al considerar –en términos futboleros– que Scioli no sale a “aguantar los trapos” cuando atacan a la Presidenta. Por su parte, el intendente de Tigre, Sergio Massa, dijo desconocer si CFK se había referido a él en alguno de los párrafos de su mensaje del jueves.

Desde el entorno del gobernador habían adelantado que se venían horas de “reflexión” para analizar la postura que adoptarían ante los duros conceptos de la Presidenta, aparentemente enojada por una frase de Scioli en la que decía sentirse equidistante entre “el odio y el fanatismo”. Scioli realizará este mediodía una actividad en Tandil y allí atenderá a los medios. No había indicios acerca de qué posición tomaría, aunque cerca de él suponían que se decidiría por una respuesta a lo planteado por la Presidenta pero sin perder su habitual tono moderado. Se verá.

Mientras, desde el kirchnerismo insistieron en marcarle algunos puntos.

“Cuando la Presidenta es tan agraviada, la verdad es que uno espera que tus amigos, o por lo menos desde tu espacio más cercano, la salgan a bancar”, insistió Di Tullio. El diputado Carlos Kunkel desafió a Scioli y a Massa a “que cada cual se ponga el sayo que le corresponda” y reclamó “que apoyen la lista de la Presidenta” en la provincia de Buenos Aires, caso contrario “que presenten una lista alternativa en las internas” previstas para el 11 de agosto. El intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, que compartió con CFK el escenario del acto y a quien se menciona como posible candidato a diputado del kirchnerismo, destacó que la Presidenta hubiera puesto en su mensaje “negro sobre blanco, sin ningún temor”, en un gesto que a su entender “revaloriza la política”. “Le fue muy mal a la Argentina mintiéndole a la gente”, añadió.

Massa, quien apareció englobado por Kunkel acerca de a quienes podría caberle el sayo, volvió a esquivar cualquier definición. “La verdad es que no lo sé, ayer tuve un día con mucha actividad en lo personal, y no le presté atención”, dijo el intendente de Tigre acerca de si se podría haber referido a él. Confirmó que recién tomará una decisión respecto de si será candidato el fin de semana que viene, cuando se reúna con el sector de intendentes que lo respalda.

Quien salió a defender al gobernador bonaerense fue su hermano, José “Pepe” Scioli, que políticamente está en el peronismo opositor de Francisco de Narváez. Sostuvo que le dolió “como hermano” lo que definió como “agresividad” por parte de la Presidenta. Pero dijo tener dudas sobre si la Presidenta se refería al gobernador, porque consideró que su hermano “puso la cara” cuando fueron las inundaciones.

El gobernador de Santa Cruz, Daniel Peralta, aseguró que si hubiera estado en el acto en el lugar de Scioli, se hubiera levantado y se hubiera ido. “Lo atacó fuertemente”, consideró.

Otro de los que salió a opinar fue el diputado Facundo Moyano, quien consideró que por el solo hecho que Scioli se mantenga al margen de la disputa electoral en la provincia “ya implica que está jugando”. “Scioli no se define ni a favor ni en contra, yo creo que Scioli pretende un proyecto político propio”, subrayó, en línea con los argumentos K.