Como en el fútbol, el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino, fue la sorpresa de última hora del libro de pases en el cierre de frentes electorales en la provincia de Buenos Aires. Fichó su nombre en las listas del massista Frente Renovador (FR) mientras integraba el tridente de intendentes bonaerenses que negociaban una alianza con Francisco de Narváez en nombre del macrismo. No fue el único jefe comunal cercano al PRO que coqueteó sigilosamente con Sergio Massa al tiempo que le reclamaba al Colorado más lugares en una hipotética lista común, pero sí el único que pegó el salto a la otra escuadra.

Ayer, su vecino y referente del FR, el intendente de San Miguel, Joaquín De la Torre, festejó la incorporación de Cariglino: “Es un amigo, intendente y peronista, que hoy se sume a este espacio es para nosotros una gran alegría”. De la misma manera, De la Torre elogió a su par de Almirante Brown, Darío Giustozzi. “Le da un gran prestigio al frente”, afirmó. Cariglino conduce el PJ de su municipio, pero se sumó al FR como parte de la mesa política de Unión Popular, un partido de alcance nacional y provincial que le da sustento legal al massismo y cuyo sello está en manos de la diputada provincial y ex denarvaísta Mónica López. Este partido será clave a la hora de poder habilitar colectoras en aquellos municipios donde haya más de un postulante massista: una política que adoptaría el intendente de Tigre para mantener unida su tropa.