Ayer la ronda de visitas de ministros al Congreso comenzó temprano, con la del canciller Rafael Bielsa. A pesar de que el primer objetivo del encuentro era una presentación protocolar, la reunión se prolongó más allá de esos límites. Todos los temas que el Gobierno tiene en agenda motivaron las preguntas de los integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados. Si bien no adelantó cuál será la posición del Gobierno sobre el decreto que norma las extradiciones de militares involucrados en denuncias por violación a los derechos humanos, Bielsa calificó la norma como “un decreto de vigor mínimo”.
La definición pretendió minimizar la importancia de esa definición por la cual el gobierno de Fernando de la Rúa rechazaba in limine todos los pedidos de extradiciones contra miembros de las Fuerzas Armadas denunciados ante tribunales internacionales en temas de derechos humanos (ver aparte). El centro de la exposición de Bielsa rondó acerca de las definiciones del Gobierno sobre el Mercosur. En este punto aseguró que muchos temas como el de la moneda única o la conformación de un Parlamento latinoamericano son puntos de llegada a los que se arribará de continuar la buena relación con Brasil. Este mismo argumento fue su respuesta cuando Lula reclamó el respaldo argentino a la nominación de Brasil para ocupar un lugar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Algo similar ocurrió cuando habló del ALCA. Aseguró que no lo molestaba el tratado en sí mismo sino la capacidad de los negociadores argentinos y los del Mercosur. Hubo tiempo para que Bielsa reivindicara el acuerdo nuclear con Australia por el cual el Invap proveerá un reactor nuclear a aquel país. La satisfacción de los diputados era inocultable cuando abandonaban el encuentro.