EL PAíS
La Gendarmería funcionará como una nueva policía en el conurbano
Juan Pablo Cafiero se reunió con los senadores del PJ para explicarles el plan aportado por Beliz. Allí detalló que los gendarmes podrán detener a una persona sospechosa y no la entregarán a la Bonaerense sino que la deberán llevar directamente al fiscal de turno.
› Por Horacio Cecchi
Además del renunciado Alberto Sobrado, ayer continuaron los ecos de la ayuda forzosa del gobierno nacional al bonaerense. El ministro de Seguridad provincial, Juan Pablo Cafiero, se reunió con los senadores de la bancada del PJ. “Nada que ver con el plan de Beliz. La reunión estaba pedida desde la semana pasada”, dijo a Página/12 un senador que participó en el encuentro. Si fue así, de todos modos la urgencia pasó por arriba a la agenda, porque Cafiero se dedicó a explicar el plan aportado por Beliz en su visita del día anterior y detalló cómo operará la Gendarmería en el conurbano, que virtualmente se convertirá en una nueva policía. La vedette del momento no pudo estar ausente: también habló de los desarmaderos. Sobre la salida de Sobrado no dijo nada, ni le preguntaron. Participó todo el bloque del PJ, incluido el presidente del Consejo de Seguridad, Horacio Román. De lo de Sobrado ya debía estar enterado.
Ayer fueron escasas las voces oficiales del gobierno nacional que volvieron sobre los refuerzos de seguridad en la provincia. Hermético silencio, poniendo un colchón antitraumático tras la visita de Beliz a Solá el miércoles pasado y su durísima frase de “tomar el toro por las astas”. La tensión que genera el tema, la discusión de si se trata de una ayuda pedida por Solá o forzada por Nación, y el malestar tras bambalinas entre las filas bonaerenses que rumian la mentada ayuda como una pseudo intervención, aportaron a que desde la Casa Rosada se bajara la orden de silencio de radio. Quienes salieron a hablar públicamente no profundizaron.
El ministro de Interior, Aníbal Fernández, evitó comprometer al gobierno nacional en los problemas de seguridad de la provincia al advertir que “es un tema en el cual no podemos intervenir directamente”, pero aclaró que “el Gobierno no se excluye”. Y el segundo de Beliz, Abel Fleitas Ortiz de Rozas, dijo que la presencia de los gendarmes en la provincia “no es simplemente para actuar desde el punto de vista represivo, sino también preventivo. La Gendarmería trae confianza a la población”.
Ayer, Cafiero se reunió con los senadores provinciales del bloque justicialista. Entre otros, fueron de la partida Hugo Corvatta, presidente del Senado bonaerense; Horacio Román, titular del Consejo de Seguridad, y Juan Amondarain, jefe del bloque. “No había un motivo particular. La reunión estaba pautada desde la semana pasada”, aclararon a este diario desde el bloque, restándole trascendencia a la visita de Beliz del día anterior. De todos modos, el tema prioritario fue el informe de Cafiero. Los senadores querían saber en qué consistiría la ayudita nacional.
El ministro explicó que las fuerzas federales y las provinciales serán conducidas por una especie de gabinete (“Estado Mayor”, dijo la fuente) conformado por representantes de cada fuerza con grados jerárquicos semejantes. En pocas palabras, todos capitanes y ningún marinero. Habrá que recordar que ya desde el inicio de la gestión de Kirchner se habían instalado en la provincia unos 400 gendarmes y 200 prefectos. Se ocupaban de objetivos fijos. Ahora, según explicó Cafiero, el número de gendarmes será incrementado a dos mil. “Saturar las calles de gendarmes”, fue el término del ministro. Los senadores plantearon la duda de cómo sería la mecánica de actuación de los gendarmes. “Si Gendarmería se encuentra durante un operativo con un vehículo con armas, o robado, o con un tipo en el baúl, ¿qué hace?”, preguntó un legislador. “Detiene al conductor, y no lo entrega a la policía. Lo lleva directo al fiscal de turno en la jurisdicción”, aclaró el ministro.
“Eso no quiere decir que se avance por encima de las atribuciones policiales”, explicó la fuente a este diario, aunque todo parece indicar que en dichos operativos ocuparían el rol policial (ver aparte).
Los senadores también se mostraron preocupados por la cantidad de policías dedicados a custodias de oficinas y centros religiosos. Cafiero informó que los 2500 uniformados dedicados a esos menesteres fueron reducidos a 1200 y serán reemplazados por la Prefectura.
Siguiendo el primer plan diseñado por Nación, también explicó que la Federal cumplirá tareas de inteligencia, intercambiando información con la Bonaerense. El ministro, además, dio detalles de los operativos antidesarmaderos, aunque por el momento se trata de un misterio si tienen efecto. Cafiero terminó por recordar la situación del proyecto de ley de decomiso, que propone el secuestro de toda la mercadería cuando en un galpón se detecten autopartes o artículos robados: está a despacho de comisión y es posible que en la próxima sesión sea tratada sobre tablas.
Del renunciado Sobrado, ni una palabra. Aunque, por las dudas, la fuente aclaró: “No lo echaron. Renunció”.