El miércoles a la noche, mientras el país entero tenía su mirada clavada en el estadio Morumbí, el delantero de River Darío Husain fue secuestrado en la puerta de su casa por tres delincuentes que lo obligaron a subir a su camioneta y lo mantuvieron cautivo por cerca de media hora hasta que, en un descuido, el reciente campeón del torneo local logró escapar corriendo. “Fue media hora donde la pasé realmente muy mal, aunque lo peor fue cuando nos persiguió la policía”, relató Husain, quien negó que los delincuentes lo hayan estado esperando. “Al principio no me reconocieron. Recién después de un rato se dieron cuenta de quién era”, sostuvo el futbolista. Hay un detenido.
Pese a que su entrenador, Manuel Pellegrini, dijo que a los jugadores de River no les interesaba el partido de Boca, Darío Husain había decidido juntarse con su padre para ver la final de la Copa Libertadores en la casa de este último. Por ello, el miércoles, cerca de las 22, salió de su vivienda en Villa Luzuriaga y se subió a su camioneta 4x4 para ir hacia allí. Nunca llegó a destino.
No había hecho más que algunos metros cuando dos hombres armados lo sorprendieron y lo obligaron a tirarse en el asiento trasero de la camioneta, amenazándolo con matarlo si hacía cualquier movimiento extraño. Desde esa posición vio cómo los delincuentes recogían a un tercer hombre y comenzaban un largo periplo rumbo a Morón, durante el cual le robaron 600 pesos y algunos efectos personales.
Su mujer, asustada por los gritos, llamó a la policía, que envió un patrullero al lugar. “Cuando me levantan acá mi mujer estaba viendo, entonces ellos suponían que iba a llamar a la policía. A los diez minutos de tenerme en la camioneta, me dicen que llame a mi esposa para que no lo haga y en eso apareció el patrullero”, contó Husain.
Ante la presencia policial, los delincuentes, asustados, decidieron desprenderse del vehículo. Así, mientras uno de ellos continuaba con la camioneta por unas cuadras, los otros dos, según el relato del jugador, lo acompañaron por la calle caminando. “Probablemente lo que querían hacer era robar otro auto menos vistoso para continuar con el secuestro”, conjeturó una fuente de la Comisaría de Morón.
Sin embargo, tampoco lograron ese objetivo, ya que en medio de un descuido de sus captores, el futbolista, aprovechando su estado físico, logró escapar corriendo. “Me dieron la espalda porque empezaron a hablar entre ellos y yo empecé a correr. Fue un segundo que me pintó hacer eso”, relató el delantero. Con Husain fuera de peligro, la policía se concentró entonces en atrapar a alguno de sus captores que intentaron huir corriendo del lugar. “Detuvimos a una persona desarmada que tenía en su poder un celular cuya última llamada había sido realizada a la casa de Husain”, explicaron a Página/12 desde la Comisaría 1ª de Morón, donde se encuentra detenido el joven de 23 años.