EL PAíS
› CACEROLAZO DISUELTO A GOLPES EN MERLO
Los barra bravas al ataque
Les tiraron piedras, los corrieron por la calle y los rodearon entre varios para darles una golpiza. Les pegaron con palos y caños de fundición. Y hasta les tiraron un par de balazos. La marcha de los “caceroleros” de San Antonio de Padua, Merlo y Libertad no terminó como ellos lo esperaban. Numerosas personas “con pinta de barra bravas” los atacaron en medio de la calle, el viernes, a las ocho y media de la noche. Muchos manifestantes quedaron con heridas, y otros pudieron escapar refugiándose en los comercios de la zona. Un testigo aseguró a Página/12 que algunos de los agresores bajaron de “un micro de la Unidad Básica 2” del PJ, que dirige el ex ministro de Gobierno bonaerense Raúl Othacehé.
La idea de los vecinos era marchar hasta la Municipalidad de Merlo, sobre la avenida Libertador, para reclamar por la mala calidad del agua que provee la empresa Aguas del Gran Buenos Aires. Pero cuando nadie lo esperaba, aparecieron unos doscientos tipos “con pinta de barra bravas” armados con palos, caños y botellas. Los encerraron en medio de la calle. Los comerciantes observaban todo con sorpresa y terror. Los manifestantes empezaron a correr, algunos se metieron en los negocios de la zona, que es eminentemente comercial. Sospechosamente, no había ningún policía.
Uno de los heridos fue Javier, 26 años, estudiante de comunicación. “De repente vi atrás mío a doscientas personas con piedras y palos –relató ayer a este diario mientras se recuperaba de los golpes–. Y después vi pasar como retaguardia a cuatro o cinco tipos en línea, con armas en la mano. Los comerciantes comenzaron a bajar las cortinas. Yo me metí en un negocio, desde donde llamaron a la comisaría. Recién a los veinte minutos cayó la policía.” Romina, también de 26 años, estudiante de medicina y desocupada, se salvó de los golpes. “Eran matones, de entre 30 y 40 años. Agarraron a algunas personas. Se escucharon tiros y volaban botellas.”
Los agresores también golpearon a algunos transeúntes que no participaban de la protesta. Un empleado de un negocio de artículos deportivos terminó hospitalizado y con 16 puntos en el rostro. Y el hospital municipal Eva Perón recibió en la guardia a unos cuantos heridos. A pesar de lo cruento de la agresión, la policía tardó quince minutos en llegar a la zona. Varios testigos creen que hubo una “zona liberada” que permitió actuar a los atacantes. “No había un solo policía, una cosa extraña porque los viernes a la noche hay policía”, dijo a Página/12 un vecino que vio de cerca el episodio.
Este diario llamó a la seccional 1ª de Merlo, a cargo del comisario Claudio Martínez, responsable de la seguridad en ese distrito. Fue atendido por el “subcomisario Estrada” quien aseguró que todo fue “una pelea entre desconocidos”. Según el oficial, “no hubo heridos”. Luego informó que la dependencia inició un “sumario por daños” por la rotura de una vidriera.