EL PAíS
› GUTIERREZ ES EL CANDIDATO DEL ARI EN MENDOZA
El hombre del “espacio”
Acompañó a Carrió en la fórmula y está por lanzar su candidatura a gobernador. La estrategia del ARI para apoyar el “espacio progresista”. La preocupación oficial por la fragmentación del voto.
› Por José Natanson
El ex candidato a vice de Elisa Carrió, el diputado Gustavo Gutiérrez, lanzará en los próximos días su candidatura a gobernador de Mendoza por un frente integrado por el ARI, sectores del peronismo, el Frente Grande y el Partido Demócrata. Como parte de una política de apoyo a figuras cercanas y bien posicionadas para algunas elecciones provinciales, la chaqueña adelantó su respaldo a Gutiérrez, que figura entre los favoritos para los comicios de octubre.
Gutiérrez fue uno de los líderes de la renovación del viejo Partido Demócrata, que acabó con una generación de dinosaurios pro dictadura y reposicionó a la fuerza en la política mendocina. Más tarde, sus investigaciones a Raúl Moneta le dieron popularidad y cierta dimensión nacional a su figura, a tal punto que Carrió, a la que conocía por su trabajo en la Comisión Antilavado, lo eligió como compañero de fórmula.
Gutiérrez aceptó, aunque su partido ya había cerrado una alianza con Ricardo López Murphy. Luego de una serie de discusiones, las autoridades demócratas decidieron suspender su afiliación. Y ahora, definitivamente alejado de muchos de sus ex compañeros, el legislador trabaja en su candidatura a través de una coalición de varias fuerzas políticas.
Además de sectores del Frente Grande, el Polo Social y el peronismo, Gutiérrez consiguió el respaldo de algunos dirigentes demócratas. Entre ellos figura Teresa Peltier, una ex legisladora provincial que en marzo pasado tuvo que retirarse de una convención partidaria cuando sus tolerantes compañeros, enojados por su defensa de Gutiérrez, le gritaron “comunista”.
Pero la columna vertebral del nuevo frente es el ARI mendocino, cuyos dirigentes se reunieron recientemente con Carrió. La chaqueña explicó su decisión de respaldar a las figuras con legitimidad en sus provincias, siempre y cuando pertenezcan al “espacio” (término que últimamente suelen utilizar los progresistas para referirse a su lugar en el mundo). Es el caso de Aníbal Ibarra en la Capital, Hermes Binner en Santa Fe y Julio Arriaga en Río Negro.
Por otro lado, la decisión de Gutiérrez de construir un frente propio lo aleja aún más de su partido, que postularía para el cargo al diputado provincial Armando Morón. El problema es que, sin Gutiérrez y sin Carlos Balter, que prefiere mantenerse alejado de la política mendocina, los demócratas no tienen muchas chances.
Además de Gutiérrez, en los primeros lugares de las encuestas aparece el senador peronista y ex intendente de Guaymallén, Jorge Alberto Pardal, que integra un pelotón de posibles candidatos justicialistas junto al ex intendente de Las Heras y actual diputado, Guillermo Amstud, y el intendente de Malargüe, Celso Jaque.
A este grupo habría que sumarle la candidatura de Roberto Roizman, apoyado por Adolfo Rodríguez Saá, que en las presidenciales de abril quedó primero lejos en Mendoza, con el 37 por ciento de los votos. El menemismo, por su parte, podría candidatear a Horacio Martínez Vaca.
Semejante fragmentación preocupa al Gobierno, que mandó a Mendoza al secretario privado del Presidente, Juan Carlos Masón, para negociar con los diferentes candidatos una fórmula común.
En cuanto al radicalismo, las cosas parecen más claras. El gobernador, Roberto Iglesias, impulsa la candidatura del decano de la Universidad Tecnológica y ex ministro de Obras Públicas, Jorge Cobos, que le ofreció a la economista Beatriz Nofal el segundo lugar en la fórmula. Iglesias, que ha logrado conservar cierto nivel de aceptación, negocia el apoyo de López Murphy. El líder de Recrear, sin embargo, aún no decidió si apoyará al candidato radical o se inclinará por mantener su alianza con los demócratas.
El último referente es Juan José González Gaviola, un ex peronista que emigró al Frepaso, fue vicegobernador de Iglesias gracias a la Alianza yahora milita junto a Kirchner, que lo designó al frente del PAMI. Sus adversarios –que lo denominaron “dentadura postiza”, porque se acomoda con la boca– aseguran que su plan consiste en posicionarse a nivel nacional para disputar la gobernación en el próximo turno.