Mauricio Macri se mostró ayer activo como pocas veces: decididamente volcado a la campaña, el jefe de Gobierno porteño inauguró las estaciones Echeverría y Juan Manuel de Rosas de la línea B pese al rechazo de los trabajadores del subte que las consideran inseguras y luego viajó a Córdoba para apuntalar al ex árbitro y candidato a diputado del PRO en ese distrito, Héctor Baldassi. También volvió a reclamarle definiciones a su socio en la provincia de Buenos Aires, Sergio Massa y le pidió que “se muestre cada vez más como un límite al avance autoritario del kirchnerismo”.

Lograr que Massa admita lo que entre ellos existe en la provincia de Buenos Aires –donde el PRO ubicó a Soledad Martínez, Gladys González y Christian Gribaudo en lugares expectables de la lista de diputados del Frente Renovador– parece uno de los objetivos que Macri se ha trazado por estos días. “Lo que le genera ambivalencia a muchos votantes nuestros en todo el país y en la provincia de Buenos Aires, en particular, son algunas definiciones de algunos integrantes de ese frente que generan dudas y que sería bueno que se esclarezcan”, reiteró Macri ayer en la inauguración de las nuevas estaciones del subte B.

En Córdoba posicionó al PRO como la contracara del gobierno de Cristina Fernández. “Hace diez años que marcamos las diferencias con el kirchnerismo. Alertamos hace muchos años que la Argentina iba camino a perder la independencia energética y fuimos los únicos que estuvimos en contra de la confiscación de YPF. Un año después se ven las consecuencias”, declaró junto a Baldassi, Néstor Roulet y el candidato a concejal Darío Capitani, entre otros. También dijo que los argentinos “no nos podemos quedar afuera de la foto de los países que han crecido como Chile, Perú y Colombia”, señaló que “la agroindustria y la minería son dos pilares que la Argentina necesita para su desarrollo”, y a modo de promoción de sus candidatos afirmó “hacen falta muchos nuevos referentes como Baldassi, en Córdoba; Miguel Del Sel, en Santa Fe; Javier Mac Allister, en La Pampa, gente que juega su prestigio, que tiene mucho para perder y dice ‘me meto’”.