Después de realizadas las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, y antes de las legislativas de octubre, la provincia de Corrientes elegirá su nuevo gobernador para los próximos cuatro años. El 15 de septiembre se disputarán la provincia el último gobernador radical en pie, Ricardo Colombi, que va por su reelección, el intendente de la capital, el kirchnerista Carlos “Camau” Espínola y, bastante más atrás, el también radical Eugenio “Nito” Artaza. En las PASO, el frente Encuentro por Corrientes (ECO), que lidera Colombi, le sacó 9 puntos de ventaja al Frente para la Victoria (FpV) y unos 39 a Cambio Popular (CaPo), de Artaza. En ese contexto, el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, confirmó esta semana que alrededor de quince gobernadores peronistas nucleados en el Instituto Gestar tienen previsto reunirse el 30 de agosto en Corrientes para darle su apoyo al candidato kirchnerista e impulsarlo para que alcance la casa de gobierno.

Previo a las presidenciales de 2011, cuando no se avizoraba el contundente triunfo de Cristina Fernández, el calendario electoral arrancó con una primera elección que le dio una sorpresa al Frente para la Victoria. Después de 22 años de gobierno en Catamarca, el Frente Cívico y Social, encabezado por el radical Eduardo Brizuela del Moral, perdía frente a la kirchnerista Lucía Corpacci. A pesar de tratarse de un distrito de poco peso electoral a nivel nacional, fue el puntapié de una serie de elecciones locales que revirtieron el clima de la derrota de 2009.

Si bien se trata de otro distrito “chico” (2,5 por ciento del padrón nacional), la elección de Corrientes podría darle un nuevo impulso al oficialismo, o bien reforzar la hipótesis de “voto castigo” al kirchnerismo argumentado por distintos referentes de la oposición. Más allá de las lecturas nacionales, tanto el gobernador Colombi como el intendente Espínola vienen evitando la nacionalización de la campaña.

“Nosotros vamos a Corrientes porque se trata de una elección provincial y apostamos fuerte por Camau Espínola”, señaló Gioja la semana pasada. Su intención es convocar a los mismos gobernadores que asistieron al último encuentro del Instituto de Estudios y Formación Política del Partido Justicialista, comandado también por el titular de la Anses, Diego Bossio. En aquella oportunidad, en el restaurante “El Mangrullo”, de La Matanza, se concentraron para darle su apoyo a Martín Insaurralde, Daniel Scioli (Buenos Aires), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Jorge Capitanich (Chaco), Juan Manuel Urtubey (Salta), José Alperovich (Tucumán), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Martín Buzzi (Chubut), Eduardo Fellner (Jujuy), Francisco Pérez (Mendoza), entre otros gobernadores e intendentes. También se evaluaba la posibilidad de aprovechar el encuentro para realizar una reunión del Consejo Nacional del PJ y definir la estrategia electoral de cara a las legislativas de octubre.

Camau Espínola llegó a la intendencia hace cuatro años, cuando Ricardo Colombi volvió a la gobernación provincial luego de derrotar a su primo y hasta entonces gobernador, Arturo Colombi, también radical. En aquella elección, Ricardo obtuvo el 36,3 por ciento de los votos, frente al 31,6 de Arturo y muy cerca quedó el candidato kirchnerista, Fabián Ríos, con el 30,7. Por el sistema de doble vuelta, igual al utilizado en las presidenciales nacionales, los primos compitieron en el ballottage, que terminó 62 a 38 a favor de Ricardo. Aquella noche, Espínola recibió la visita del gobernador Scioli, que había sido el principal impulsor de su candidatura en la capital provincial, producto de su origen común en el deporte. Durante su gestión, Camau logró establecer una línea propia con la Casa Rosada y mantener el vínculo con el gobernador. En esta elección, el Frente para la Victoria invirtió los candidatos, postulando a Camau para la gobernación y a Ríos para la intendencia de la capital, que nuclea el 40 por ciento del electorado provincial.

Jaqueado por la herencia de una situación financiera delicada, apenas ganó la elección de 2009 Colombi viajó a Buenos Aires y se reunió con Néstor Kirchner. Al salir expresó su apoyo al proyecto K. La declaración le valió la ruptura de las relaciones con el radicalismo nacional, que veía perder su último gobierno provincial. Sin embargo, luego de la muerte de Kirchner, el vínculo con Cristina Fernández se deterioró y Colombi empezó a recomponer sus lazos con la UCR. Algunas de las figuras nacionales del partido, como el senador Ernesto Sanz, lo visitaron en las últimas semanas y criticaron a Artaza por ser “funcional” a los intereses del peronismo.

A pesar de que Arturo Colombi quedó fuera de carrera (estuvo preso por irregularidades en el manejo de fondos públicos), una mejora en la elección de Artaza podría obstruir una victoria en primera vuelta del gobernador. En las PASO, el radicalismo sacó un 47 por ciento, apenas dos puntos por encima de lo necesario para ganar en primera vuelta y no alcanzó los 10 puntos de diferencia con Espínola. “Camau no es el futuro de Corrientes. Están dadas las condiciones para ganar en primera vuelta porque el respaldo de la gente es inobjetable”, sentenció el senador Sergio Flinta, mano derecha del gobernador Colombi. En el comité de campaña del mandatario esperaban que, luego de las PASO, la elección se polarizara aún más, y que buena parte de los votantes de Artaza migren hacia los otros candidatos. Según encuestas que manejan, de darse una eventual segunda vuelta, los votos de Artaza se repartirían en dos tercios para Colombi y un tercio para Espínola.