EL PAíS
› PRODI PIDIO POR LAS TARIFAS DE LAS PRIVATIZADAS EUROPEAS
Una muestra de lo que se viene
La vocera del presidente de la UE pidió que no se discrimine a esas empresas. Kirchner replicó que no existe tal discriminación y que deben comprender lo que ocurrió en el país. Hoy, en París, se verá con Chirac y no desayunará con los empresarios.
› Por Fernando Cibeira
El presidente Néstor Kir- chner comenzó a delinear lo que será su discurso ante los reclamos que, inevitablemente, deberá afrontar en esta segunda parte de su gira europea. “En la Argentina no existe la discriminación”, sostuvo el Presidente luego de reunirse en Bruselas con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi. No era de racismo de lo que se estaba hablando sino de negocios. El italiano le transmitió las quejas de las empresas europeas de servicios públicos que se sienten maltratadas porque no les aumentan las tarifas, una medida que el Gobierno supeditó a la renegociación de los contratos. “No hay que confundir subordinación con discriminación”, definió Kirchner. Y agregó un gesto más: hoy no participará del desayuno previsto con empresarios franceses, que quedará en manos del ministro Roberto Lavagna.
Originalmente, Bruselas no figuraba como escala del viaje. Fue el propio Prodi quien, enterado de la gira, se comunicó con Kirchner y le propuso que se vieran. El italiano encabeza la Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea. Ayer lo recibió con los brazos abiertos, pero también con algunas cosas para decir. “Queremos apoyar a las empresas europeas para que sigan invirtiendo en la Argentina. Lo que pedimos es que no se las discrimine”, definía poco antes de que concluyera la reunión la vocera del italiano, Arancha González.
Fue la primera cita oficial de la gira de la que participó Lavagna, que su anterior trabajo fue justamente ser el representante argentino ante la Unión Europea. Ese cargo hoy lo ocupa el ex ministro Jorge Remes Lenicov, también presente en el encuentro.
Hubo aperitivo para entrar en clima, luego un almuerzo y después sacaron los papeles de trabajo. Kirchner llevó una queja histórica: el pedido de eliminación de los subsidios agrícolas. Por año, la UE gasta unos 40 mil millones en subsidiar a sus productores agrícolas haciendo que las cosechas de América latina deban competir en inferioridad. Luego de escuchar a los países en vías de desarrollo protestar en muchos foros, los europeos se habrían convencido de sacar el subsidio y elaboraron un plan que darían a conocer en septiembre, cuando se reúna la Organización Mundial del Comercio. Sin embargo, no se conocen detalles. “Somos el mayor importador de productos agrícolas argentinos”, se defendió Prodi cuando le preguntaron por la cuestión.
Entre Kirchner y Prodi es de imaginar cierta simpatía política. Ex democratacristiano, Prodi consiguió en 1996 que la centroizquierda volviera al gobierno en Italia de la mano de la coalición El Olivo. Luego los partidos de la alianza se pelearon y debió renunciar al cargo de primer ministro dos años después. No obstante, nunca perdió su prestigio. Apodado “El profesor”, Prodi realizó estudios en Milán, Bolonia y Londres. Hace cuatro años fue designado por los jefes de los Estados que componen la Unión Europea para que transparente y ponga en caja los gastos de la comunidad.
Vaya a saber por qué, el italiano eligió el inglés como idioma para la conferencia de prensa posterior a la reunión. Pero lo terminó utilizando él sólo, porque Kirchner no lo habla y la mayoría de las preguntas de los periodistas fueron en español. Incluso hizo un chiste. “En lo único que tuvimos problema fue para decidir el idioma”, dijo Prodi para arrancar. Luego hizo un anuncio: dijo que, pese a que las directivas al FMI les corresponde a los estados miembros, la UE había decidido apoyar las negociaciones argentinas con el organismo porque consideraban que lo más importante era conseguir la normalización económica del país.
Las ruedas de prensa en la CE tienen una impronta casual, en el estilo de sus edificios modernos y anodinos. Camino a la salida, los protagonistas se detienen frente a dos micrófonos y contestan preguntas. Los restantes participantes de la reunión deben esperar a un costado hasta que terminen. Del lado argentino estuvieron también el canciller Rafael Bielsa, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, el jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, y el gobernador de Santa Cruz, Héctor Icazuriaga. Del lado europeo, abundaron los comisarios. Así es el nombre que reciben los ministros de cada área como el de Comercio, Pascal Lamy, el de Economía, Pedro Solves, y la de Transporte y Energía, Loyola de Palacios.
Kirchner contó que el encuentro había sido muy sincero, lo que a su entender eso significaba “interés en avanzar”. Siguió con una broma: explicó que había invitado a Prodi a conocer los Glaciares, en Santa Cruz, “así terminamos de enfriar las últimas diferencias al lado de los hielos”. Dejó otro mensaje para las empresas. “Los que invierten y trabajan en el país saben las vicisitudes que se vivieron”, dijo.
A París
Kirchner volvió al aeropuerto para seguir viaje a París. El Presidente resolvió no participar del desayuno de hoy con los hombres de negocios, organizado por el Movimiento de Empresarios de Francia. Se decidió así porque no irán los dueños de las empresas sino que la concurrencia será de nivel gerencial. Igual, al Presidente le espera un día movido. Al mediodía se reunirá con el primer ministro Jean Pierre Raffarin en el Palacio Matignon. Por la tarde, irá hasta el Eliseo para conversar durante una hora con el presidente Jacques Chirac. Como ambos son conservadores y Kirchner viene de participar de la Cumbre del progresismo, se hará tiempo para conversar con el jefe de la oposición, el socialista François Hollande.
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