El designado ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, recordó en una entrevista el episodio criminal que sufrió en 1999 y justificó las declaraciones que hizo en ese momento, cuando dijo “ojalá les hubiera pegado”. Según el intendente de Ezeiza, esa frase la dijo “a un minuto de tirotearme en un pasillo de cinco metros, con una nenita de 5, 6 años como tenía mi hija Barbarita en ese momento. Me los quería comer crudos”. En ese momento había declarado: “Ojalá les hubiera pegado. Lamentablemente, tuve mala puntería”, pero ahora, tras ser designado al frente de la Policía Bonaerense, se manifestó arrepentido por esos dichos.