EL PAíS
Carrió, Maffei y Raimundi hicieron campaña en la campaña bonaerense
La chaqueña, su candidata a diputada y su aspirante a gobernador de la provincia visitaron un humilde comedor en San Miguel, atendido por cinco mujeres que cobran 150 pesos del Plan Jefas y Jefes de Hogar. Críticas a Solá y Rico. El voto femenino.
› Por José Natanson
“Están todos prolijísimos”, decía Marta Maffei, mientras besaba uno a uno a los chicos que se acercaban. Canchera en esto de saludar niños, la líder de Ctera, flamante candidata a diputada del ARI bonaerense, lució cómoda en su primera actividad de campaña, una visita a un humilde comedor de San Miguel junto a Elisa Carrió y Carlos Raimundi.
Los candidatos del ARI llegaron a San Miguel poco antes de las cinco, bajo un sol espléndido que había endurecido hasta hacer casi transitable el barro del conurbano. Fueron a Santa Brígida, un barrio humilde en el corazón del municipio, donde funciona el comedor en el que todos los días unos 90 chicos meriendan y cenan gracias al trabajo de cinco mujeres que cobran los 150 pesos del Plan Jefas y Jefes de hogar.
Apenas entró, Lilita pidió conocer la cocina. “Está todo muy limpio”, felicitaba la jefa del ARI, y comía el pan casero en horno de barro. Afuera, los chicos se apretaban alrededor de Maffei y Raimundi, que conversaban con ellos bajo un techo improvisado con plásticos. Un cartel escrito a mano y pegado en una pared de cal detalla el menú. Ayer, jueves, albóndigas con arroz.
“Me parece que no corresponde, es como hacer campaña en una escuela”, dijo Carrió cuando alguien le pidió unas palabras. Maffei asintió con un gesto. Pero las cocineras y las madres –un 90 por ciento del público eran mujeres– insistieron, así que al final la chaqueña aceptó dar un breve discurso.
“Ella es Marta Maffei, una de las luchadoras sociales más grandes de este país. Es importante que gente como Marta esté en el Parlamento, que haya más mujeres en el Parlamento porque nosotras somos las que mejor entendemos lo que les pasa a nuestros hijos”, sostuvo la chaqueña, con una nena en brazos y Maffei y Raimundi, el candidato a gobernador, a su lado. Mientras hablaba, un carro con caballo pasaba lento frente a la puerta del comedor.
En el camino entre Santa Brígida y la segunda actividad, Carrió pudo comprobar que Rico, amo y señor de San Miguel, se habrá despintado la cara, pero no las paredes. Cada espacio de la ruta está cubierto con su nombre y el de su candidato a intendente, Oscar Silocchi. Naturalmente, el candidato de Rico es favorito para el municipio donde la mano dura y el voto militar –allí está ubicada la guarnición de Campo de Mayo– pisan fuerte.
En este contexto, en el ARI apuestan siempre a las mujeres. Ayer, por ejemplo, comentaban que en las elecciones de abril Carrió obtuvo sólo un siete por ciento de los votos en las mesas masculinas de Campo de Mayo, pero que en las femeninas sacó más del 25. “Si se enteran los milicos las matan”, bromeaban cerca de la chaqueña, que ayer insistió con una definición que suele repetir. “A este país lo van a cambiar las mujeres”, señalaba la chaqueña mientras se despedía de las mujeres que atienden el comedor.
Al margen de San Miguel, donde Rico aparece cómodo en las encuestas, el panorama provincial tampoco se perfila fácil para el ARI. Hasta ahora, los sondeos muestran una ventaja de Solá y los dos candidatos de la tolerancia cero –Rico y Luis Patti–, seguidos a bastante distancia por el resto de los postulantes. Para salir del pelotón de cola, el ARI apuesta al carisma de Carrió y a la figura de Maffei, una dirigente con conocimiento y prestigioso social. Con eso, y con el voto femenino, esperan acercarse lo más posible al 15 por ciento que obtuvo la chaqueña en las presidenciales de abril.
“Yo también confío en la sensibilidad y la lucha de las mujeres”, dijo Maffei en la otra actividad del día, una charla en la sede de San Miguel de la Universidad de Luján. Carrió redondeó el mensaje, planteando la importancia del Seguro para la Niñez que cobrarían las madres y ayudaría a combatir el clientelismo. “Dicen que no puede, pero antes decían que no se podía terminar con la Corte y ahora se están yendo como cucarachas”, señaló la jefa del ARI.
El cierre quedó a cargo de Raimundi que, quizá porque era el único candidato varón, se encargó de criticar a Solá con nombre y apellido. “No nos engañemos. Solá es (Manuel) Quindimil, es (Hugo) Curto, es (Osvaldo) Mércuri. Parece diferente, pero es lo mismo”, concluyó.