EL PAíS › EN UN BAR VINCULADO A UN FUNCIONARIO PORTEÑO SE CONSIGUEN TICKETS PARA LA BOMBONERA
Los tickets se ofrecen, al margen del sistema legal implementado por Boca, en La Perla. El bar está ubicado a metros de Caminito y sus socios gerentes son hijos de José Palmiotti, un radical alineado con Macri que conduce la Defensoría del Pueblo para el turismo.
› Por Gustavo Veiga
La escena transcurre donde nace el pasaje Caminito, en la Vuelta de Rocha, y se reitera varios días a la semana. Un tradicional local gastronómico es frecuentado por paseantes o viajeros. Ahí les ofrecen cómo conseguir entradas para la Bombonera. Todo ocurre en el territorio que domina un funcionario porteño. Es el defensor adjunto del Pueblo para el turismo, José Francisco Palmiotti, protector del bar La Perla de la Boca, fundado en 1885. Un joven llamado Ismael se encarga de procurar los tickets para el fútbol. Atiende adentro como afuera del comercio ubicado en Pedro de Mendoza 1899. A pasos de allí, en el 1835 de la misma calle, funciona una de las siete sedes de la Defensoría adjunta para el turismo que existen en la ciudad. Sobre la calle Magallanes al 800 hay un puesto de venta de boletos para entrar a la Bombonera. Los comercializa Conexión Baires, según reza un cartel. Algunos de los interesados en adquirirlos son guiados hasta ese lugar después de acordar el precio.
Todo parece funcionar en armonía en ese pintoresco recodo frente al Riachuelo: el negocio de bebidas y picadas, el flujo turístico, los espectáculos que se promocionan –desde uno de tango a un partido de fútbol–, aunque hay algo que no cierra. Se desprende de lo que dice Oscar Moscariello, el vicepresidente primero de Boca: “El club sólo vende entradas para socios adherentes en Pago Fácil o entrega las de protocolo. Lo que se haga por fuera de este sistema es ilegal. Vamos a identificar fácilmente a quienes estén en la maniobra” (ver aparte). Lo curioso es que Palmiotti responde en la política a Daniel Angelici. Los dos son radicales integrados al PRO. Además, son muy amigos. Y el presidente boquense llegó al cargo gracias al impulso que le dio Mauricio Macri.
En una entrevista que salió publicada en la página web de la Defensoría del Turista el 16 de marzo de 2011, el defensor adjunto habló de sus dos referentes: “Si bien conozco a Daniel de la época en que militábamos juntos y la UCR era como una gran familia, yo no lo conocí a Macri a través del Tano. Era titular del CGP de La Boca y Barracas cuando Mauricio era presidente de Boca, y ahí fuimos trabando una relación”.
Una cámara oculta que se verá en C5N investiga hoy a la noche, apuntala las sospechas de que algo escapa al control de Boca. Y lo que pasa, pasa en La Perla y sus inmediaciones. Interesados en comprar tickets para el fútbol cruzan el umbral del bar. Le preguntan a una empleada. Es el viernes 27 de septiembre a la tarde. Comienza el diálogo:
–¿Te hago una pregunta? Necesitamos entradas...
–¿Para Boca?
–Para Boca-Quilmes.
–Tenés que hablar con Ismael, mañana venite.
–Me ofrecieron en otro lado una por 1090 pesos, pero tenía que ir a un hotel, todo un bardo.
–Con Ismael hablá, quedate tranquilo que este pibe labura con nosotros hace un montón y él está con Maradona en la esquina. No te va a fallar. Olvidate, venís, lo buscás acá y listo. No es tanta historia, no tenés que ir a un hotel ni nada raro. (N. de la R.: el Maradona al que alude la joven no es el ex jugador; es alguien de un parecido físico notable con Diego.)
Otro diálogo parecido entre un presunto comprador y la mesera de La Perla se dio el miércoles 11 de septiembre, en vísperas de un clásico en la Bombonera.
–Estoy buscando entradas para Boca-Racing, ¿tenés idea dónde puedo conseguirlas?
–Tengo mi amigo que vende. Hacé una cosa, dejame tu número de teléfono y yo le pregunto a él. Cualquier cosa que te llame.
(El supuesto comprador da un número.)
–¿Cómo es tu nombre?
–Pablo, estoy viviendo en Quito y hace un tiempo que no ando por acá. Vengo a visitar a mi hermana...
–¿Cuándo juegan?
–Juegan este domingo acá, el clásico.
–Dale, yo se lo paso, porque ahora debe estar ocupado. Yo le aviso y vos arreglás con él. No sé ni de precios ni de nada.
–¿Pero se pueden conseguir?
–Sí, sí, olvidate.
–Espero tu llamado.
El dato más actualizado sobre La Perla que figura en los registros comerciales dice que el 25 de abril de 2012 renunció como socio gerente el italiano Antonio Salvador José Césareo, y quedaron en su lugar Carlos Antonio y Juan José Palmiotti. Tienen 31 y 27 años, respectivamente, y son dos de los cuatro hijos del defensor adjunto del Pueblo.
El 16 de diciembre de 2008, cuando Página/12 se ocupó por primera vez del funcionario, figuraba imputado en una causa judicial por falsificación de título de dominio (el expediente tenía conexidad con otro, donde estaba involucrado Cesáreo por estafa). El querellante, Rodolfo Eduardo Fornelli, era un viejo vecino de La Boca que denunciaba a Palmiotti sin éxito. Pero la imputación más grave que le formuló fue que sospechaba del Tano por su presunta participación en la muerte de uno de los antiguos dueños de La Perla: don José Botana, un gallego de La Coruña, se ahorcó en su casa después de la transacción comercial. Se había resistido a la venta del comercio en su momento. La Justicia desestimó la acusación.
El defensor adjunto, con el tiempo, logró extender sus influencias a los alrededores del emblemático bar. Cuando todavía no había sido designado en el cargo que hoy ocupa ya se enfrentaba con los artesanos de la Plaza de los Suspiros, ubicada en Magallanes y Del Valle Iberlucea, los integrantes de la Asociación de Artistas Plásticos Caminito y hasta los piqueteros con inserción en el barrio de La Boca. “Aún hoy tiene muchos enemigos”, le confió a este diario una fuente que lo conoce muy bien.
Pero a Palmiotti no parece arredrarlo esa situación. En su territorio –él nació en La Boca–, se consiguen las entradas del club de sus amores. Justo a la altura de Magallanes 859 se levanta en la calle el puesto de Conexión Baires que ofrece plateas a 1200 pesos y populares a 1000. El combo se completa con propuestas de espectáculos tangueros.
Un morocho confía en que puede procurarse entradas para vender, pero recién en las vísperas del partido de turno. “Quedan poquitas, pero venite el sábado o el viernes”, sugiere a pasos de La Perla. Esa no es la única zona de Buenos Aires donde se pueden adquirir tickets para la Bombonera.
También se comercializan a precios elevados en un local de San Telmo, sobre la calle Defensa 831, casi esquina Independencia, y en Florida 971, pleno microcentro. Los dos pertenecen a la firma Tangol. O por MercadoLibre se continúan colocando plateas a 600 pesos cada una las más baratas. No queda claro de dónde salen los tickets.
Desde el club se informa que ya no existen las entradas que se destinaban al turismo. Es más, una agencia del ramo le inició un juicio a Boca cuando la corrieron del negocio. Pero habría perdido la demanda en primera instancia. Hay que caminar demasiado para procurarse el ingreso a un partido en la Bombonera cuando la demanda supera a la oferta. Igual que durante los días previos al superclásico que se jugará hoy en el Monumental. Las entradas volvieron a ofrecerse otra vez en la zona de influencia del bar La Perla. Ahí donde el defensor adjunto del Pueblo se siente como en casa, aunque viva en Puerto Madero.
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