El jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, recibió y ofreció ayer “todas las garantías” a la periodista Andrea Dematey, directora del diario Actualidad de Mercedes, quien denunció ante la Justicia y públicamente la intimidación que sufrió por parte de empleados de tránsito del municipio que conduce el massista Carlos Selva. Dematey consideró que la reunión fue “muy positiva”. “Me contuvieron porque vieron a la mamá preocupada y no a la periodista”, explicó. El candidato a diputado por el Frente Renovador Sergio Massa intentó tomar distancia del escándalo desatado por su aliado. Estuvo de campaña en Mercedes, repudió la “agresión a la libertad de prensa” y le pidió al intendente que el sumario “vaya a fondo y castigue a quien tenga que castigar”. Sentado a su lado, Selva, quien todavía no se comunicó con la periodista, masculló que “eso (sic) va a continuar” y que el sumario incluye al secretario de Control Urbano, el ex gendarme José Bernárdez, quien hasta ayer seguía en funciones. “No hacemos nada con el sumario, el secretario tiene que renunciar o el intendente debería echarlo. Esos inspectores no sirven”, afirmó Dematey.

El amedrentamiento ocurrió el miércoles pasado. Nueve agentes de la fuerza de Control Urbano, en tres camionetas y tres motos oficiales, se presentaron en la casa de la periodista. “Ojo con lo que publican, dejen de escribir boludeces en el diario porque les va a ir mal”, le dijo uno de los funcionarios al marido de Dematey, Javier Torre. El operativo fue grabado por las cámaras de seguridad de la casa de la periodista, quien denunció al intendente Selva. “Fue un claro apriete en contra de la libertad de prensa”, dijo, y lo adjudicó a una nota sobre la usurpación de terrenos cerca del cementerio local promovida por el propio intendente.

La periodista y su esposo fueron recibidos ayer por Matzkin y funcionarios del Ministerio de Seguridad bonaerense. “El apoyo fue incondicional, no tengo más que palabras de agradecimiento”, contó a Página/12. “Por pedido del gobernador (Daniel Scioli) y del ministro (Alejandro Granados) se le darán todas las garantías para que viva tranquila”, dijo el jefe de policía. “Me pusieron un patrullero de custodia las 24 horas hasta que se calme la situación y la Justicia se empiece a mover”, explicó Dematey.

“Somos defensores a ultranza de la libertad de expresión”, se preocupó por aclarar Massa, de campaña en Mercedes. “Repudiamos lo que le pasó a la directora de este diario y a Magdalena Ruiz Guiñazú. No hacemos distinción de a qué periodista se protege y a cuál no, repudiamos cualquier situación de agresión a la libertad de expresión”, afirmó. “Aspiro a que la fiscalía vaya a fondo, investigue y condene a quien tenga que condenar, y aspiro además, y así se lo he planteado a Carlos (Selva), que el sumario que ha abierto a quince personas vaya a fondo y castigue a quien tenga que castigar”, agregó Massa, según publicó el portal Noticias Mercedinas.

El intendente, sentado junto a Massa y al diputado Felipe Solá, recordó que “el personal de tránsito ha hecho una conferencia de prensa por la situación, y hay un expediente abierto y en eso va a continuar, tanto en el ámbito de la Justicia como en el administrativo”. Aclaró que el ex gendarme Bernárdez “también está dentro del sumario”. Dematey, ante la consulta de Página/12, explicó que la conferencia de prensa, realizada el martes, fue “para despegar al intendente y al secretario de Control Urbano”. “Pretenden hacer pasar el operativo como un acto de negligencia de un grupo de empleados”, sostuvo.

Trabajadores de prensa de Mercedes se solidarizaron ayer con Dematey y repudiaron el operativo en su casa. “Ese tipo de manifestaciones están reñidas con prácticas democráticas y se asemejan a otras épocas de la Argentina que debemos dejar sepultadas”, escribieron. El Foro de Periodismo Argentino (Fopea) también expresó ayer su solidaridad con la periodista y anunció que “exigirá a las autoridades de Mercedes que investiguen lo sucedido con los funcionarios municipales, lo que a todas luces configuró un claro amedrentamiento a la tarea periodística”. El apriete también había sido repudiado el lunes por delegados y comisiones internas de prensa de la Ciudad de Buenos Aires.