Un final de período agitado tendrán ambas cámaras del Congreso nacional esta semana, durante la que los legisladores no sólo tratarán la reforma del Código Civil y otros proyectos, sino que previsiblemente votarán el proyecto sobre Responsabilidad del Estado, entre órdenes del día colmados. Además, recibirán de manera formal a los legisladores electos y al flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

El día clave tanto para la Cámara de Diputados como para la de Senadores es el miércoles. En la Cámara alta, la actividad se iniciará por la mañana de ese día, con la jura de los 24 senadores nacionales que resultaron electos en ocho provincias en los comicios del 27 de octubre pasado. La sesión ordinaria en la que la mayoría del oficialismo logrará dar media sanción al nuevo Código Civil y Comercial será por la tarde. Con el aval del Senado, el nuevo código, cuyas últimas modificaciones negociadas en plenario de comisiones la semana pasada fueron fuertemente discutidas, pasará a la Cámara baja, en donde se tratará recién el año próximo.

Entre la jura de los senadores electos y la sesión, los presidentes de los bloques tendrán una reunión informal con el flamante jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien llegará por primera vez al Congreso con el objetivo primario de “establecer un diálogo fluido” de la Casa Rosada con el Parlamento. El edificio del Senado, específicamente el Salón Arturo Illia, será escenario de una nueva reunión de la Comisión bicameral permanente de Trámite Legislativo, que dictaminará sobre el decreto de necesidad y urgencia número 1757 con el que, a principios de noviembre, el Poder Ejecutivo amplió en mil millones de pesos el Presupuesto 2013.

La Cámara de Diputados no estará más calma, ya que cuenta con un orden del día para el mismo miércoles más que ajustado. Por un lado, y a modo destacado, la última sesión del año promete el tratamiento al proyecto del Poder Ejecutivo sobre Responsabilidad del Estado. Con su previsible media sanción, la futura norma llegará al Senado en 2014.

Sobre la iniciativa, la bancada del PRO adelantó ayer su postura, también previsible. A través de un comunicado, el bloque macrista señaló que el proyecto promueve “la consagración de un régimen por demás autoritario, en donde la suerte de los argentinos quedará a merced de la decisión de un solo funcionario” y que, de prosperar, “el Estado se reducirá a un mero intermediario o espectador pasivo y se desligará de los daños que genera”. También se le daría media sanción al Estatuto del teleoperador de call center.

En tanto, oficialismo y oposición intentaban acordar además una nutrida lista de asuntos para considerar en el recinto, entre ellos, convenios internacionales, la autorización para la entrada y salida de tropas y un resarcimiento para ex presos políticos, que volvió del Senado con cambios que se estima serán aceptados. En la misma sesión, los diputados rendirían homenaje con motivo del 30º aniversario de la recuperación del sistema democrático que se cumplió el 30 de octubre último, fecha en que fue elegido presidente Raúl Alfonsín por el voto popular tras siete años de dictadura militar.

Pese a que el miércoles será el final formal de la actividad en el Congreso nacional, el Gobierno deslizó, a fines de la semana pasada, su intención de convocar a sesiones extraordinarias para tratar los ascensos de personal diplomático y de militares. En esa oportunidad también se tratarían los pliegos para las designaciones de Juan Carlos Fábrega al frente del Banco Central y de Hernán Lorenzino como embajador ante la Unión Europea (UE), dos de los primeros resultados que tuvo la reestructuración del Gabinete que encaró la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.