EL PAíS
› PIDEN QUE EXPLIQUE A LA JUSTICIA POR QUE NO LO DENUNCIO
Otro golpista para Brinzoni
Aunque Jaunarena defendió sus reuniones con empresarios, el jefe del Ejército tendrá que explicar su pasividad ante un coronel retirado que reclama una dictadura desde una revista militar.
› Por Miguel Bonasso
El abogado Ricardo Monner Sans, cuya denuncia determinó el inicio del proceso judicial por la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, denunció ayer ante el juez federal Jorge Urso la publicación en la revista Tiempo militar de una proclama sediciosa firmada por el coronel retirado José Bilbao Richter. El coronel sostiene textualmente: “La dictadura es el único recurso para evitar el suicidio de la sociedad y la desintegración de la Nación”. Monner Sans solicitó al juez que sea convocado a declarar el teniente general Ricardo Brinzoni, jefe de Estado Mayor del Ejército, para que aclare por qué no denunció ante la Justicia a un integrante del arma que cometió un delito bastante notorio: Tiempo militar se vende en los kioscos a un peso con setenta centavos, se presenta como una revista “para la familia militar” y este cronista puede dar fe de que estaba agotada en la zona aledaña a la avenida Luis María Campos, donde viven numerosos miembros del Ejército tanto en situación de retiro como en activo.
La denuncia se produjo en un ambiente enrarecido por rumores y conjeturas sobre distintas conspiraciones que estarían en marcha para reprimir a sangre y fuego el conflicto social. También en medio de una polémica entre el Ministerio de Defensa y la jefatura de Estado Mayor del Ejército con este diario, a raíz de que el domingo último se dio a conocer el contenido de una reunión secreta entre el general Brinzoni y el banquero Adrián Werthein. Tanto Brinzoni como su superior jerárquico, el ministro de defensa Horacio Jaunarena, reconocieron que el encuentro se llevó a cabo en la fecha revelada por Página/12, pero trataron de bajarle el voltaje, asegurando que la reunión había sido solicitada por el financista para combinar aspectos relacionados con el servicio de seguro y pagos de sueldos al personal del arma que atiende la Caja de Ahorro y Seguros en poder del Grupo Werthein.
Sin embargo, en una entrevista radial con el periodista Nelson Castro, el ministro Jaunarena soltó una frase que bien puede considerarse como una admisión de que no sólo se habló de sueldos y seguros: “Sí, es probable. Yo no estuve en la conversación y naturalmente son seres humanos y si a todos nos preocupa el grado de protesta social, no sé si ese tema no habrá salido incluso planteado por algunos de los que fueron”.
Por fuera de esta notoria admisión, el ministro de Defensa defendió a las fuerzas armadas, asegurando que estaban totalmente subordinadas al poder constitucional e ironizó sobre el autor de esta nota sosteniendo que lo respetaba “como novelista”. El ministro tal vez ignora que la vida imita al arte, pero no debería ignorar que desde el 7 de febrero circula en los kioscos una proclama sediciosa donde se invita a los militares a ocupar “el vacío de poder”. Su autor, Bilbao Richter, se presenta como coronel retirado de la Nación y licenciado en Sociología de la UBA. Fuentes militares consultadas por Página/12 lo describieron como un peronista-nacionalista de extrema derecha, “bastante elemental”. Un coronel en activo, del arma de Caballería, subrayó: “Es cuadrado como buen infante. No le hagan mucho caso”.
A Monner Sans le hicieron llegar, en forma anónima, una fotocopia del artículo. Al calce escribieron a máquina esta advertencia: “Esto es inadmisible. Los oficiales y generales no pensamos de esta manera. Ud. doctor puede hacer algo para que esto no se repita”.
En su denuncia en el juzgado de Urso, el abogado sostiene que “lo dicho en una publicación que se define como militar es gravísimo”. “El texto –dice el denunciante– atribuye falsamente a que asambleístas populares están alentando el ingreso a la escena de una dictadura militar.” Luego cita algunos párrafos notables: “Al desvanecerse por ilegitimidad de hecho los poderes establecidos (...) surge un vacío absoluto de poder, el cual debe ser inmediatamente ocupado, a riesgo de contribuir a la ruptura del Pacto Federal y el desmembramiento o suicidio político de la República Argentina”. “En esta situación terminal implementar la dictadura, como sistema político, se impone con carácter de obligatoriedad.” “La democracia, como herramienta política, no nos sirve por el momento para intentar salir de este terrible laberinto político.” “Es necesario analizar con qué intenciones ex integrantes de las hordas marxistasleninistas que sembraron el terror, luego, desde el poder (sic) inculcaron el rechazo a la dictadura.” La denuncia señala que el texto auspicia “atentados al orden constitucional y a la vida democrática (artículo 226 del Código penal que se castiga con prisión de cinco a quince años), sin dejar de advertir de la implicancia para el caso de la figura de apología del crimen porque se está ensalzando una conducta que constituye delito”.
Finalmente, el abogado solicita que se convoque a declarar al jefe del ejército, teniente general Ricardo Guillermo Brinzoni, para que diga si abrió un expediente militar por el artículo y formuló la correspondiente denuncia ante la justicia.
Tiempo militar es una publicación muy interesante que merece una nota aparte. Fue fundada en 1993 por Jorge Carlos Brinsek, Oscar Ramón Alfonso y Carlos Elizarán. Y aunque se define como “periódico independiente”, algunos especialistas en temas militares aseguran que recibió algún apoyo económico de la jefatura del Ejército. En la actualidad recibe publicidad de diversas mutuales de las fuerzas armadas y de seguridad. Su director es Oscar Ramón Alfonso. En este mismo número (el 136) se publica una entrevista con el coronel retirado Alí Mohamed Seineldín, preso desde finales de 1989 por haberse alzado en armas contra el gobierno de Carlos Menem y un artículo del famoso politólogo Rosendo Fraga, acerca del rol de los militares en la actual crisis argentina. Es impensable que un ejemplar no haya recalado en los escritorios del general Brinzoni y el ministro Jaunarena.
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