El juez federal Norberto Oyarbide se autodenunció. El magistrado pidió que lo investiguen por un pedido de coimas luego de que dos personas se presentaron en su propio juzgado para contar que dos policías que dijeron que respondían a Oyarbide habían ofrecido anular un allanamiento a cambio de dos millones y medio de pesos.

El hecho habría sucedido el jueves pasado cuando un grupo de hombres entró a la Asociación Mutual Propyme, una “cueva financiera” ubicada en el microcentro. Luego de identificarse como policías federales, con implementos que así lo demostraban, exhibieron una orden de allanamiento proveniente del juzgado federal de Oyarbide. El dueño del lugar, Guillermo Greppi, y su abogado, Fernando Jorge Torres, denunciaron que durante el procedimiento los uniformados ofrecieron dejar todo de lado a cambio de 300 mil dólares. En ese momento, Greppi y Torres intentaron resolver la cuestión con llamadas telefónicas a autoridades policiales y políticas sin éxito. Los policías habrían afirmado responder al juez Oyarbide y a su secretario, Carlos Leiva.

Cuando terminó el allanamiento, el dueño de la cueva y su letrado hicieron la denuncia ante el propio juez Oyarbide, quien, a su vez, hizo lo mismo ante la Cámara Federal. El expediente quedó a cargo del juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Ramiro González.

Según la denuncia, los policías dijeron ser “Ancona y Angel” y se presentaron como miembros de la División Investigación de Organizaciones Criminales (Difoc).