EL PAíS › ELEVARON A JUICIO LA CAUSA POR LOS CRíMENES COMETIDOS EN EL CENTRO CLANDESTINO CUATRERISMO
El juez federal Daniel Rafecas envió a juicio a tres militares de alto rango y nueve policías de la provincia de Buenos Aires. La resolución incluye a 137 víctimas, la mitad de ellas permanece desaparecida o fue asesinada.
El juez federal Daniel Rafecas elevó a juicio oral y público a doce acusados –tres militares de alto rango y nueve policías de la provincia de Buenos Aires–, por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura en el centro clandestino de detención y tortura Cuatrerismo y en la comisaría de Monte Grande. Cuatrerismo funcionó en el cruce de Autopista Riccheri y Camino de Cintura, en La Matanza, a partir de 1974, durante más de tres años.
La resolución de Rafecas incluye a 137 víctimas –la mitad permanece desaparecida o fue asesinada y todas fueron sometidas a torturas en cautiverio– y es uno de los desprendimientos de la megacausa sobre los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército.
Entre los acusados se encuentran los ex comisarios de la Bonaerense José Félix Madrid y Guillermo Horacio Ornstein y los suboficiales José Sánchez, Angel Salerno y Carlos Tarantino. El juez los imputó porque el 4 de noviembre de 1975 desplegaron un operativo ilegal en Palermo y detuvieron a seis personas que fueron llevadas al centro clandestino Cuatrerismo-Brigada Güemes, donde fueron torturadas. En el mismo operativo fue asesinada María Teresa Barvich, de 24 años, embarazada de dos meses según el informe de autopsia. Charo Moreno, embarazada de cuatro meses, habría sido víctima de una paliza. A Norberto Rey lo golpearon hasta quebrarle las costillas y a Blanca Becher hasta que quedó inconsciente. Tanto Rey como Washington Mogordoy fueron alcanzados por disparos de arma y tuvieron que ser hospitalizados. El centro clandestino que funcionó en la División Cuatrerismo de La Matanza estuvo a cargo del comisario Juan Modesto Carabajal, fallecido en 1977.
El magistrado dispuso también la elevación a juicio del entonces teniente coronel Hugo Idelbrando Pascarelli y Miguel Osvaldo Etchecolatz, comisario general a cargo de la Dirección de Investigaciones de policía de la provincia de Buenos Aires. A ellos les imputó el cautiverio y el sometimiento a torturas de 122 víctimas que estuvieron en Cuatrerismo-Brigada Güemes y la muerte de Jorge Marcelo Scelso y los hermanos Rubén Gerardo y Jorge Luis Salinas. A Scelso, de 26 años, padre de dos niños, que fue detenido el 6 de septiembre de 1976, le habrían perforado los pulmones y quebrado las costillas. Los Salinas, que estuvieron secuestrados en ese centro clandestino la primera semana de enero de 1977, también fueron sometidos a una salvaje golpiza y torturas. Fueron sacados de Cuatrerismo durante algunas horas y al volver no pudieron sobreponerse. Fallecieron con una diferencia de media hora y los guardias se llevaron los cuerpos.
Al procesar a estos acusados Rafecas había mencionado las condiciones infrahumanas de existencia, constitutivas de tormentos a las que fueron sometidas las víctimas, como “la sujeción e inmovilización, la prohibición del habla, el tabicamiento, la privación de agua y alimento, la frecuente prohibición de ir al baño, la exposición a desnudez, la amenaza constante con ser torturado físicamente, el sometimiento a abusos sexuales o la amenaza de ellos, los interrogatorios y, en casi todos los casos, la aplicación de picana eléctrica, submarino o golpes; mecanismos que se encaminaban a obtener la despersonalización de las víctimas; y en particular, hizo hincapié en el salvajismo de las torturas físicas que provocaron la muerte de tres víctimas”.
En la comisaría de Monte Grande estuvieron cautivas unas veinte personas y todas ellas fueron sometidas a tormentos. Rafecas sostuvo que “las víctimas fueron mantenidas en un régimen brutal de inanición, mantenidas en absoluta oscuridad, privadas de la posibilidad de higienizarse e ir al baño, abstraídos del conocimiento de sus familiares y sin poder mantener contacto con el exterior y con la amenaza de la tortura o de la desaparición”. Por estos hechos y por el homicidio de Rachel Venegas Illanes, torturada en la comisaría y asesinada el mismo día en que se dispuso “su traslado”, fueron responsabilizados los entonces tenientes coroneles Federico Antonio Minicucci y Faustino José Svencionis (por ser jefes de área), el comisario Guillermo Néstor Díaz, jefe de la seccional, y los ex suboficiales de la Bonaerense Nildo Delgado, Daniel Mancuso y Alberto Faustino Bulacio.
El juicio oral por Cuatrerismo estará a cargo del Tribunal Oral Federal 6, el mismo que ha tenido a su cargo el juicio de los hechos que tuvieron lugar en Superintendencia de Seguridad Federal y el circuito represivo que tuvo lugar en la ciudad de Junín, en donde funcionaron cinco centros clandestinos.
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