El jefe del Ejército, teniente general César Milani, consideró que las acusaciones en su contra sobre su participación en supuestos delitos contra los derechos humanos durante la última dictadura son “una campaña contra el gobierno” nacional. “Tengo absolutamente la conciencia tranquila”, remarcó luego de acompañar al ministro de Defensa, Agustín Rossi, en la ceremonia de lectura de la Orden de Zarpada de la Fragata Libertad. La misma línea siguieron las declaraciones del ministro, quien respaldó al jefe del Ejército al considerar que algunos argumentos expuestos para impugnar su designación en el cargo llevaron “una carga política”.

“Yo me he presentado en la Justicia y estoy en cada uno de los tribunales federales ofreciendo toda prueba del caso”, respondió Milani a las consultas que periodistas de la radio La Red le formularon ayer por la mañana y que poco tuvieron que ver con el evento del que había participado inmediatamente antes el jefe del Ejército, la inauguración formal de la actividad marítima de la Fragata Libertad, que mañana iniciará su 44º viaje de instrucción de los cadetes de la Escuela Naval Militar. La entrevista giró en torno de las denuncias que lo acusan de haber participado del terrorismo de Estado durante la última dictadura cívico-militar mientras estuvo destinado en Tucumán y La Rioja. “Cuando termine todo (en relación con las investigaciones judiciales al respecto) voy a hablar con cada uno de los que me requieran para explicar exactamente y especialmente cada una de las circunstancias –advirtió–. Me voy a ajustar como cualquier argentino a la Justicia.”

Durante el diálogo radial, Milani insistió en que las denuncias que pesan sobre su persona forman parte de una campaña de la oposición, una reflexión que expresó por primera vez durante la entrevista que le realizó la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini. Ayer, retomó la misma idea: “Es una campaña contra el gobierno nacional, contra la Presidenta y han utilizado cualquier artimaña y no solamente periodistas, sino también políticos y legisladores”, señaló el jefe militar y concluyó: “Tengo absolutamente (la conciencia) tranquila y en cada uno de los actos de mi vida”.

Antes de que se conociera la decisión del Ejecutivo de otorgarle el cargo máximo en esa fuerza, Milani fue acusado por algunos organismos de derechos humanos provinciales por su participación en supuestas violaciones a los derechos humanos. Esos argumentos engordaron las impugnaciones a su candidatura que expresaron los partidos políticos de la oposición durante el tratamiento legislativo del pliego que concretó su ascenso. Además, pesa contra Milani una denuncia por presunto enriquecimiento ilícito, causa a cargo del juez federal Daniel Rafecas.

En el mismo marco, Milani recibió ayer nuevamente el respaldo de Rossi, quien tras inaugurar la actividad marítima de la Fragata Libertad consideró que algunas de las acusaciones que recibió el jefe del Ejército durante el debate de su designación tuvieron “una carga claramente política”.

“Me parece que en muchísimas opiniones y expresiones de muchos hubo una carga claramente política en cuanto a la impugnación”, analizó Rossi, quien en la misma línea añadió: “En otros habrán sido dudas honestas que las entiendo, no las comparto, y que hemos tratado de responderlas adecuadamente en cada uno de los momentos y con los argumentos necesarios”.

En ese sentido, consideró que el debate del pliego estuvo “muy politizado” y cuestionó que durante los cuatro años que Milani ejerció como subjefe del Ejército “no se generó ningún tipo de denuncia ni nada”, cosa que sí sucedió cuando fue postulado. “Parece que algunos lo conocieron a Milani cuando lo ascendimos a jefe del Ejército”, ironizó.

“En seis meses, desde que sucedió esa presentación (judicial) hasta ahora, no ha habido ninguna modificación de su situación procesal”, señaló el funcionario, quien por último reafirmó algunos datos judiciales: “Milani no está procesado y se presentó voluntariamente en la Justicia impulsado por el Ministerio de Defensa”, concluyó.