“El kirchnerismo vino a ordenar ideológicamente a la sociedad argentina”, asegura el diputado del Frente para la Victoria Mario Oporto en diálogo con Página/12. El bonaerense, quien durante muchos años fue director de Escuelas de la provincia (el equivalente a ministro de Educación), evaluó la situación actual en esa área y habló de política, de las paritarias y de la agenda parlamentaria para este año.

–¿Cómo imagina la discusión de paritarias para este año, en un escenario más complejo?

–Yo en principio destaco lo importante que es que haya paritarias y lo positivo que es que aun en un marco de gran crisis internacional el gobierno argentino siga protegiendo el empleo y a la vez llamando a paritarias anualmente para discutir la situación laboral de los trabajadores. Me parece que ése es un hecho extremadamente positivo que quizá, cuando se hace costumbre, se pierde el valor de haberlo conseguido. Siempre las paritarias son difíciles y este año seguramente se van a complicar más. Para las provincias, por un lado, por el conflicto policial que adelantó acuerdos salariales y, por otro lado, por una situación de puja entre el Gobierno y los intereses corporativos y especulativos. Van a ser complejas, pero creo que el llamado al equilibrio que hizo la Presidenta debe prevalecer, un equilibrio entre los intereses de la Nación y el poder adquisitivo de los trabajadores.

–En los últimos meses se conocieron resultados poco alentadores de evaluaciones internacionales sobre el nivel educativo local...

–Creo que nos tiene que preocupar. Uno no soluciona los problemas negándolos ni enojándose con la realidad, más allá de que yo pienso que deberían hacerse otro tipo de evaluaciones, que esa evaluación no evalúa todos los aspectos y no puede ser que nos marque la realidad de nuestro sistema. Ahora, no es poco saber que nos está costando lograr un buen nivel en esos aspectos, pero no hay que lamentarse ni hacer de esto un drama ni negarlo, sino ver cómo podemos mejorar. Yo creo que los últimos fueron diez años de reparación educativa en la Argentina y ahora debemos pasar a diez años de revolución educativa.

–¿Cuál es su opinión sobre las aulas precarias que implementó el gobierno porteño para cubrir la falta de vacantes?

–En principio creo que fue un fracaso político el proyecto de inscripción online porque se manejó mal y eso le generó a la ciudad de Buenos Aires problemas que no pudo resolver. Sobre la falta de vacantes habría que ver qué está pasando porque la ciudad de Buenos Aires no ha crecido demográficamente casi desde el censo de 1960. Respecto de las aulas que se llamaron containers, que el gobierno dice que son modulares, pero que no forman parte de un proyecto arquitectónico educativo, siempre son malas.

–¿Qué espera de este año legislativo?

–Va a ser un año intenso, de mucho debate legislativo y político. Aunque nuestro bloque mantiene la mayoría y va a crecer en algunos diputados, va a haber novedades por el lado de la aparición del Frente Renovador, que va a tener una importancia en la Cámara junto con el radicalismo, la aparición de un bloque pequeño pero seguramente activo de la izquierda... Yo considero que el Congreso es un lugar de discusión para institucionalizar las decisiones políticas de la República y de debate político, de pensar la Argentina del futuro. Los códigos van a ser un interesante inicio, especialmente el Civil y Comercial, que trae muchos puntos interesantes para discutir en la Cámara.

–¿Cree que podrán reverse algunos puntos de ese proyecto?

–A mí me parece que temas como la definición de persona o la propiedad social, entre otros, sería bueno volver a debatirlos.

–Desde su experiencia en la política bonaerense, ¿cómo ve hoy al Frente Renovador?

–Yo creo que es una construcción que va a ir por afuera del Partido Justicialista. Ya han elegido un papel opositor, no sólo en la última elección sino en sus posiciones y posturas. Pareciera que quieren intentar cierta transversalidad con sectores conservadores de otros espacios como el radicalismo y el liberalismo. Van a hacer una oposición a la continuidad de este modelo económico y social. Pero hay un tema: el kirchnerismo y Cristina en particular han ordenado ideológicamente a la sociedad argentina. Nadie puede negarle a la Presidenta, estando de acuerdo o no con ella, su honestidad y claridad ideológica. En cambio, hay otros candidatos, productos más del marketing, que lo que intentan es desordenar ideológicamente a la sociedad argentina porque su cosecha es la confusión ideológica a través del slogan.