En el Pozo de Vargas fueron encontrados los restos de Molina y otros desaparecidos.
Imagen: Télam.

La Justicia confirmó que entre los restos hallados en el llamado Pozo de Vargas, en Tucumán, están los del ex vicegobernador de esa provincia Dardo Francisco Molina, asesinado por los represores durante la dictadura militar. La identificación la realizó el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Josefina Molina, hija del ex vicegobernador y promotora de la investigación desde el Colectivo de Arqueología para la Memoria y la Identidad Tucumana (Camit) fue quien confirmó la identificación de los restos de sus padres, tras recibir el informe al respecto de manos de funcionarios judiciales. “No se fue a España como decían, intentaron hacerlo desaparecer pero no pudieron. Papá está ahí”, afirmó.

El caso por el asesinato de Molina estaba originalmente incluido en la megacausa “Arsenales II - Jefatura II” –por la que se celebró un juicio oral entre noviembre de 2012 y diciembre de 2013–, pero cayó cuando el único imputado por la causa, el represor y jefe del Tercer Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, fue separado del proceso. Tras sumar varios imputados, se prevé que el expediente puede llegar a juicio durante este año.

Molina fue senador por Tucumán y vicegobernador de esa provincia durante la gestión de Amado Juri, destituido de su cargo en 1976, tras el golpe de Estado del 24 de marzo. El ex vicegobernador fue secuestrado el 15 de diciembre de ese mismo año, mientras trabajaba en su estudio jurídico, por personas armadas que se identificaron como pertenecientes a la Policía Federal. Años después, se supo que pertenecían a un grupo de tareas bajo el control militar del represor Antonio Domingo Bussi, ya fallecido.

Varios testigos declararon que luego de su detención, Molina fue trasladado al centro clandestino de la Jefatura de Policía y después, a la Brigada de Investigaciones. La última vez que se lo vio con vida fue en el centro que funcionó en el Arsenal, de donde “lo sacaron en calidad de bulto, para ser arrojado al Pozo de Vargas”, señaló su hija, y agregó: “Hoy se puede decir que se cierra el circuito por donde él estuvo”.

El ex vicegobernador también fue reconocido como emblema de la resistencia peronista: Molina fue el único tucumano que integró la comitiva que acompañó el retorno al país desde España de Juan Domingo Perón, en junio de 1973.

El lugar donde se hallaron los restos –conocido comúnmente como el Pozo de Vargas, por el apellido del propietario original de la finca en que se encuentra– es un ducto de agua profundo, ubicado en la localidad de Tafí Viejo, a seis kilómetros de la capital tucumana. Allí funcionó una fosa común, donde fueron arrojados los cuerpos de varias víctimas de la última dictadura, entre ellos, el del ex senador provincial Guillermo Vargas Aignasse, y de varios políticos, gremialistas y profesionales. Hasta el momento, se habían identificado los restos de otros doce cuerpos arrojados allí. Con Molina, suman trece.

Las excavaciones en el lugar comenzaron en 2004, y hasta ahora se llegó a los 31 metros de profundidad del pozo, que tiene en total unos 42 metros. En 2011 tuvo lugar la primera identificación, y desde hace aproximadamente cinco años se construyó alrededor de la zona el barrio Lomas de Tafí un plan de viviendas sociales.

“Hay mucha gente que va hasta el Pozo de Vargas para dejar banderas y fotos de sus seres queridos desaparecidos porque en el fondo uno necesita el duelo, pero el duelo no es un papel donde se confirma todo lo que uno supone que sucedió”, remarcó la hija de Molina, y agregó: “Hoy reafirmo mi compromiso para lograr continuidad y la finalización de esta investigación”.