El Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires, junto a referentes de otros distritos del país, ratificó ayer la unidad del peronismo y su apoyo a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner así como a las políticas que lleva adelante su gobierno. “Unidos llegaremos a buen puerto, pero la unidad no implica amontonarse, sino apostar a una construcción política colectiva, abierta al disenso, sin exclusiones, con las puertas abiertas a todos aquellos militantes y dirigentes dispuestos a trabajar en la consolidación del proyecto nacional”, señala el documento de cierre del Congreso del que participaron más de dos mil militantes, incluyendo a funcionarios de los gabinetes nacional y provincial, intendentes, sindicalistas y referentes de movimientos políticos y sociales.

“El peronismo es uno solo, debe ser amplio e incluyente, debe abarcar a todos los sectores del peronismo de la provincia que asumen la enorme responsabilidad en la defensa de los más necesitados y en garantizar paz social y progreso a todos los miembros de nuestra sociedad”, agrega el texto, que también llama a “apoyar las políticas de desarrollo económico con inclusión y justicia social” bajo “un claro liderazgo, que es el de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”. Además contiene condenas a “los ataques especulativos” de grupos económicos, un llamado a “seguir combatiendo” la inflación, la inseguridad y el narcotráfico y finalmente el “apoyo al pueblo de Venezuela en su defensa de la paz y de su gobierno democráticamente elegido”.

La actividad, que se desarrolló durante todo el día en el Club de Golf de Santa Teresita, contó con la participación del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich; el gobernador Daniel Scioli; los ministros de Defensa, Agustín Rossi; y de Trabajo, Carlos Tomada; el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez; y el titular del PJ bonaerense e intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, entre otros jefes comunales. También participaron diputados nacionales como Eduardo “Wado” de Pedro, Héctor Recalde, Mario Oporto y Eric Calcagno; el senador nacional Aníbal Fernández; el secretario general de la CGT, Antonio Caló, y otros miembros de esa central obrera: Ricardo Pignanelli y Omar Viviani.

La actividad se dividió en ocho comisiones: Desarrollo Económico, Trabajo y Producción, Juventud, Servicios Públicos, Seguridad Ciudadana, Mujeres Argentinas, Educación, y Situación Política, de las que sacaron las conclusiones volcadas en el documento final, que se publicará hoy, con cerca de trescientas firmas, incluyendo la adhesión de 83 intendentes bonaerenses que de esta forma renovaron su compromiso con el oficialismo. Allí se destaca “haber logrado alcanzar la tasa de desocupación más baja en los últimos 25 años, el 6,4 por ciento, acompañando a todos los trabajadores y sus representantes del movimiento obrero organizado comprometidos con el proyecto nacional, en su defensa del salario, el trabajo y la producción”.

Además, y en sintonía con el discurso presidencial, repudiaron “los ataques especulativos de aquellos grupos económicos que siempre han estado en contra de los intereses nacionales y populares”. El documento incluye el compromiso de “seguir combatiendo la inflación” para cuidar “el bolsillo de los ciudadanos, pero también las inversiones de los empresarios y el trabajo de todos los argentinos” y “seguir combatiendo la inseguridad, la droga y el narcotráfico, porque es el peronismo el que puede dar la batalla al mal en todos los frentes”. Por último, defendieron “las decisiones que se están tomando para la recuperación de la soberanía energética”.

El discurso de apertura estuvo a cargo de Scioli, quien celebró que el encuentro llegara “en un momento oportuno, después de semanas en que hubo fuerte embestidas políticas y económicas” contra el gobierno nacional y criticó a los “miserables” que actúan con la lógica de “cuanto peor mejor” y “han quedado en offside”. Mirando hacia adelante, el gobernador sostuvo que el peronismo en su etapa que comenzó en 2003 “primero fijó las prioridades, como la recuperación del tejido social y de la clase media, el desendeudamiento, la apertura de fábricas, la calidad del trabajo” y ahora “se viene una etapa de desarrollo y prosperidad”.

Por su parte, Capitanich, quien hizo el cierre de la jornada, llamó a “fortalecer la unidad en la acción” para “construir el futuro” y sostuvo que el justicialismo es “un movimiento transformador en la vida de los argentinos”. También prometió “defender los recursos, el trabajo y los trabajadores, el empresario y el gremio” y seguir “invirtiendo en educación, salud, viviendas, infraestructura y energía”. El jefe de Gabinete, finalmente, señaló que “el de-safío que hay por delante es la continuidad de este proyecto político” más allá del 2015. “Nadie puede dudar de que los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner están imbuidos de los principios de soberanía política, independencia económica y justicia social”, concluyó, destacando la necesidad de que “estas banderas puedan mantenerse en el tiempo”.