Aníbal Ibarra está decidido a volver a postularse para jefe de Gobierno. “La idea es poder sumar para recuperar la Ciudad”, indica el legislador porteño del Frente Progresista y Popular. En diálogo con Página/12, afirma que se presentará a las PASO junto con los otros candidatos que puedan surgir del kirchnerismo y sus aliados. “Un sector solo no puede recuperar la Ciudad”, advierte sobre la política de alianzas.

–¿Se va a volver a presentar para ser jefe de Gobierno?

–Tengo ganas y es mi voluntad. Creo en un proyecto colectivo y, por lo tanto, la idea es poder sumar para recuperar la Ciudad en 2015. Participaré en las PASO.

–¿Con quiénes piensa que habría que construir?

–Hay que tener una mirada amplia. Incluye dejar de lado algunas visiones que pueden ser diferentes en lo nacional, porque hay muchos sectores que tenemos una visión en la Ciudad muy parecida, pero nos hemos peleado mucho por las visiones diferentes en lo nacional. Un sector solo no puede recuperar la Ciudad. Tenemos que ser inteligentes para sumar muchas voluntades que en otro tiempo estuvieron cerca y hoy están separadas.

–¿UNEN entra en esas voluntades a sumar?

–Hay sectores de UNEN que tienen una visión amplia de la Ciudad y hay otros que tienen una visión muy sectaria de la política. Dentro del espacio nuestro hay sectores que son más difíciles para una apertura política y otros con visión más frentista. Hay que convocar a muchos votantes de UNEN que pueden votar a un gobierno progresista y que defienda lo público. Nosotros estamos en condiciones de gobernar.

–Hay otros candidatos ya lanzados, como por ejemplo Gabriela Cerruti...

–Me parece bárbaro que sean muchos los candidatos para que la interna sea más fuerte y tenga más convocatoria en la sociedad. El que mire esto de forma mezquina creo que se equivoca fiero.

–¿Cree que Filmus cumplió un ciclo o se puede presentar?

–No, por supuesto que se puede presentar. Es una persona que conoce muchísimo la Ciudad, Y tiene muchísimo para aportar desde el lugar que le plantee la gente. Depende de él y de las ganas que tenga.

–¿Piensa que el recuerdo del incendio de Cromañón aún puede complicar su candidatura?

–Creo que nos debemos un debate todos como sociedad. No hay que hacer una simplificación política. Tenemos que debatir y tener una visión diferente del relato oficial, que terminó en un golpe institucional.

–¿Cuál es su visión?

–Es un hecho doloroso y estamos en deuda de no haber debatido, porque hubo un aprovechamiento político que impidió cualquier discusión. Ahora, con el paso del tiempo, quizás es bueno hacerlo.

–¿Qué falló en el kirchnerismo para que Macri ganara por dos períodos?

–Son varios factores. Entre ellos, que en la Ciudad se vota por la discusión nacional. Muchos que veían en Macri una mala gestión, con mucho endeudamiento, con muchos impuestos, vieron también que era un candidato que confrontaba con el espacio nacional y por eso lo votaron. Ha tenido también una coraza mediática importante, y también supongo que tuvo logros en la comunicación que nos obligan a replantearnos cómo encarar las cosas de otra manera. Pero definitivamente es un gobierno que desaprovechó siete años de crecimiento económico para terminar algunas obras que dejamos nosotros y centrar la gestión en la Metropolitana y el metrobus. Tiene un endeudamiento muy grande, donde hay también sospechas de corrupción. Nosotros, con la crisis 2001 mediante, hicimos el doble de escuelas y más kilómetros de subte con un presupuesto más bajo.

–¿Cómo se resuelve la crisis de las vacantes?

–El problema de las vacantes es uno de los tantos problemas que arrastra esta gestión en educación. A partir de un jefe de Gobierno que ve en educación privada como la panacea, tardó años en terminar escuelas que dejamos contratadas, que subejecutó, que cerró cursos, que confrontó con los docentes, llegó a la inscripción online, que fue un acto de improvisación y de soberbia que generó la crisis de las vacantes. De esto hay que salir hacia adelante con una fuerte inversión en educación y con un plan concreto de obras, que abarque hacia más adelante de 2015.

–¿Está de acuerdo con que Milani sea jefe del Ejército?

–No estuve de acuerdo y creo que fue una decisión política que resulta difícil de explicar.