EL PAíS
› RUCKAUF SE DESENTENDIO DE LA INVESTIGACION
Lamentos en el gasoducto
Quien fuera ministro del Interior cuando se produjo el atentado a la AMIA, deslindó responsabilidades en Menem, Anzorreguy y Antonietti, a pesar de que él manejaba a las fuerzas de seguridad.
Luego de pasar un tiempo guardado en el exterior, Carlos Ruckauf reapareció ayer para declarar en el juicio por el atentado a la AMIA, ocurrido en julio de 1994, época en la que era ministro del Interior. Ruckauf, era de esperar, dijo que nunca supo nada de la marcha de la investigación y que la información la manejaban exclusivamente Carlos Menem, el ex jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, y el ex secretario de Seguridad, brigadier Andrés Antonietti. Pese a estar al frente de Interior y representar la máxima autoridad en materia de seguridad, Ruckauf aseguró que en lo referente a la AMIA para lo único que intervino fue para ocuparse de las víctimas. “Mi cabeza inicial no estaba en buscar a los responsables, estaba en el trámite de la morgue, en las autopsias”, dijo.
Al momento del atentado, Ruckauf estaba en Miami y, lo más curioso, pese al desastre, no se le ocurrió volver de inmediato. Tampoco dio ninguna orden en particular a la Policía Federal, cuyos técnicos se encargaron de recoger las pruebas y realizar las primeras pericias. “Cumplí las dos órdenes que me dio el Presidente: tramitar el acceso al lugar de servicios de seguridad israelíes y el trámite de entrega de cuerpos”, insistió Ruckauf en su presentación ante el Tribunal Oral Federal 3, que investiga la conexión local del atentado. La declaración del ex ministro se extendió por una hora y media.
Ruckauf declaró que Menem “era muy parco” al hablar del ataque y que incluso en determinado momento les pidió a sus funcionarios que se callaran y no hablaran más del tema. Según Ruckauf, eso sucedió cuando se debatía la posibilidad de cortar relaciones diplomáticas con Irán. Poco después del atentado, se creó la Subsecretaría de Seguridad y Menem puso al frente a Antonietti, situación que, dijo el ex ministro, le cortó el acceso a la investigación. “El tema dependía directamente del Presidente, que se reunía con Antonietti y Anzorreguy”, respondió.
Sin embargo, las primeras pesquisas fueron realizadas por la División Protección del Orden Constitucional de la Policía Federal, que dependía de Ruckauf. Buena parte de los integrantes de esta división fueron procesados por encubrimiento de pruebas. Entre otras menudencias, la División perdió 66 casetes de escuchas telefónicas y la agenda del principal acusado, el desarmador de autos Carlos Telleldín.
Ruckauf, quien siguió en Interior hasta enero de 1995, cuando se convirtió en el candidato a vicepresidente de Menem, no pudo recordar ayer quién era el director de Investigaciones de la Federal. También le falló la memoria cuando le preguntaron si se reunió con él luego del ataque para darle alguna indicación en especial. No obstante, aseguró que nunca recibió quejas del juzgado de Juan José Galeano por el accionar policial. “El jefe sabía que lo que pedía Galeano tenía que darlo, si hubiera problema me lo hubiera dicho el juez”, respondió.
El propio Ruckauf también tiene dos causas abiertas por el atentado, una por incumplimiento de los deberes de funcionario público y otra por encubrimiento. Incluso, la abogada de la DAIA, Marta Nercellas, no descartó que se lo pueda acusar de otros delitos de mayor pena todavía. La causa por encubrimiento se inició luego de que Ruckauf asegurara que conocía al autor del atentado y, luego, cuando se presentó ante el tribunal, dijo que no sabía más que lo que ya conocía el juez.
La segunda causa se abrió a partir de una carta –que también estuvo misteriosamente “extraviada” durante mucho tiempo– en la que le pedía disculpas al gobierno de Irán por las acusaciones que se le hacían. Pese a la denuncia y a la prueba escrita, Ruckauf aseguró que en su momento mantuvo una dura discusión con el canciller Guido Di Tella por las relaciones con Irán. “Di Tella estaba por no romper relaciones, yo sí. El Presidente siguió el consejo del canciller”, apuntó.
Ayer, el presidente del Tribunal Oral, Miguel Pons, no permitió que se le preguntara a Ruckauf sobre estas cuestiones, porque consideró que eran ajenas a lo que se debate en el juicio por la conexión local.