El Gobierno consolidó ayer el encolumnamiento de un abanico de organizaciones piqueteras detrás de su política social. La llave maestra fue el lanzamiento del Plan Manos a la Obra, que incluye a los referentes de la protesta callejera en la firma de convenios con financiamiento estatal por 1.790.000 pesos. De ahora en más, la apuesta oficial es ir captando gradualmente a las facciones más díscolas.
El acercamiento piquetero al Gobierno, aunque en muchos casos crítico, se viene produciendo en forma gradual. Y la cabeza más visible de este nuevo vínculo es Luis D’Elía, el titular de la Federación de Tierra y Vivienda, quien llegó a reconocerse como un kirchnerista de la primera hora. “Con Néstor hay un cambio de página, se terminó definitivamente la era Menem y esto hay que reconocerlo”, señaló a Página/12.
Quienes dieron un vuelco impensado son los integrantes de Barrios de Pie, cada vez más alejados de la coordinación de protestas con la izquierda, como solía suceder durante la administración duhaldista. “El término oficialista no nos gusta. Pero debemos reconocer que este gobierno no es lo mismo que los anteriores. Hay signos positivos en materia de derechos humanos, manifiesta un claro enfrentamiento con las corporaciones y el modelo económico”, señaló el titular del sector, Jorge Ceballos, poco después de escuchar al llamado del Presidente “a recuperar la dignidad”.
D’Elía no se ruboriza por el “enamoramiento”. De hecho, es uno de los pocos líderes piqueteros que tiene acceso directo al despacho de Néstor Kirchner. Y hasta admite la posibilidad de reducir la protesta callejera a la mínima expresión. “Estamos discutiendo fuertemente dentro del movimiento. Creemos que salir a la calle en el futuro va a tener que ser para bancar discusiones grandes, como la pelea con el FMI. De lo contrario le estaríamos haciendo el juego a la derecha”, dijo. En ese punto Ceballos marca la diferencia. “Nosotros estamos consustanciados con Desarrollo Social, con la coherencia de Alicia Kirchner en su decisión de dar respuesta en forma urgente a los más necesitados. Pero hemos tenido diferencia con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, y protestamos en su momento”, aseguró.
El Plan Manos a la Obra anunciado por Néstor Kirchner en el Salón Norte de Casa de Gobierno contempla la firma de 84 emprendimientos productivos –que generarían 2 mil puestos de trabajo– a cargo de 17 organizaciones sociales. Entre ellas también se encuentra el Bloque Piquetero, conformado por los desocupados del Partido Obrero y el Partido Comunistas. Sus representantes no estuvieron ayer para la foto.
Los convenios aprobados por el Gobierno, sobre propuestas presentadas por organizaciones no gubernamentales –muchas de ellas vinculadas al movimiento piquetero– son para la promoción de empleo. Se trata de microemprendimientos de herrerías y de huertas, entre otros. En este marco, la FTV recibirá 270 mil pesos para construir veredas en el conurbano bonaerense, mientras que el MIJDS se hará cargo de una panadería, productos de limpieza y un taller textil. El dinero del Gobierno destinado a las ONG se distribuirá “cuenta a cuenta”. O sea, sin ningún intermediario, ni siquiera de las administraciones provinciales o municipales donde se desarrollen los emprendimientos. El propio PEN el que se encargará de las tareas de auditoría.
De la firma participaron de D’Elía, Ceballos, Juan Carlos Alderete (Corriente Clasista y Combativa) y Nina Pelosso (Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados). Por el Gobierno, además del Presidente, estuvieron los ministros Alicia Kirchner, Aníbal Fernández y el secretario general de la Presidencia, Osar Parrilli.