Ayer empezaron a llegar a Asunción los presidentes latinoamericanos para el acto de investidura del presidente paraguayo Nicanor Duarte Frutos. El presidente cubano Fidel Castro y el de Venezuela, Hugo Chávez, fueron los primeros.
En declaraciones a los medios paraguayos, Chávez propuso la creación de una Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) que funcione como alternativa al Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA) de Estados Unidos. “Debemos tener una alianza estratégica con todos los países de Sudamérica”, dijo el venezolano. “El ALCA es una amenaza para nuestros pueblos porque propone más hambre”, agregó. También propuso un “referéndum latinoamericano” para que cada país decida si conviene pagar “un porcentaje equis” de la deuda externa o invertir esa plata en salud y educación. Según Chávez, los pueblos decidirán no pagar y los presidentes latinoamericanos “podremos decirles a los poderosos del mundo: no venimos a implorar, venimos a exigir un cambio de las condiciones “. Afirmó que Latinoamérica “debe exorcizarse del diablo del neoliberalismo” para sacudirse de ese sistema que ha producido riquezas para una minoría. “Esto es posible, sólo falta voluntad y un poquito de audacia, pero creo que estamos dando pasos firmes en esa dirección”, sostuvo. Fidel Castro llegó a Asunción media hora antes que Chávez y se quedó a esperarlo en medio de un impresionante dispositivo de seguridad. Hizo declaraciones a la radio paraguaya Ñandutí. Pese a que esta es la primera vez que viaja a Paraguay, dijo que siente “un cariño espontáneo” por este país, al que “siempre he admirado por su historia, por sus héroes”. Durante más de 35 años fue enemigo del régimen anticomunista del general Stroessner. El presidente, que el miércoles cumplió 77 años, dijo que Cuba está trabajando para “buscar vínculos y cooperación” con Paraguay.