Desde Santiago

Esta tarde, desde la cuatro y media, los cancilleres de todos los países de Unasur mantendrán en esta capital una reunión para unificar posiciones respecto de la compleja situación que se vive desde hace un mes en Venezuela, a causa de una serie de protestas opositoras que el gobierno de Nicolás Maduro denuncia como golpistas y que han causado ya 22 muertos, entre opositores y oficialistas.

Ayer, los cancilleres de la Argentina, Héctor Timerman, y Venezuela, Elías Jaua, se reunieron para preparar el encuentro y analizar la posición de ambas naciones de cara a la cumbre. El objetivo de la reunión es emitir un documento que permita bajar la tensión interna en la República Bolivariana, a través de la mediación del organismo regional. Según indicaron fuentes diplomáticas, Timerman le anticipó a Jaua que la Argentina mantendrá como postura que, si bien “la Unasur es el organismo pertinente” para tratar la situación de crisis que se vive en ese país, su actuación siempre estará supeditada a “lo que opine el presidente de ese país”, en este caso Maduro.

En ese sentido, Buenos Aires mantiene la posición que ya había sostenido en situaciones similares que se presentaron en la región, como la asonada policial de Ecuador en 2010, el golpe institucional contra el ex presidente paraguayo Fernando Lugo en 2012, el conflicto bilateral entre Venezuela y Colombia en el año 2010 e incluso lo que sucedió ante el intento de golpe de Estado contra Evo Morales en Bolivia en 2004, aunque en esa ocasión todavía no existía el bloque regional.

Jaua, que expresará hoy la posición del gobierno venezolano, explicó, al arribar a esta capital, que la súbita ausencia del presidente Maduro en el traspaso de mando en Chile obedece a que “se quedó en Venezuela para seguir enfrentado a la derecha golpista y consolidando la democracia en nuestra patria”, y pidió que la reunión entre los ministros de Relaciones Exteriores de los países que integran la Unasur sirva “para reafirmar los valores democráticos” en la región.

Fuentes del gobierno argentino le confiaron a Página/12 que se está barajando la posibilidad de conformar una misión multinacional que viaje a Venezuela como “observadores” para “facilitar el diálogo” entre el gobierno y la oposición, aunque siempre procurando “no inmiscuirse en cuestiones internas” de ese país. De todas formas, concluyeron, “la prioridad será siempre mantener el respeto por la estabilidad democrática y la voluntad del pueblo venezolano expresada a través de las urnas”.

Lo de la comisión especial fue confirmado por la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff. En una entrevista otorgada al diario Folha de Sao Paulo en Chile, Rousseff subrayó que los cancilleres que se reunirán en Santiago intentarán “el diálogo mediante la construcción de un ambiente de acuerdo, de consenso y estabilidad”. Por otro lado, restó importancia a la ausencia del presidente Maduro en Chile. “El hecho de que no venga un presidente no va a interrumpir el proceso de discusión de la crisis en la Unasur”, agregó. “Siempre vamos a procurar el mantenimiento del orden democrático. Cuando fue el caso del ex presidente Fernando Lugo, hubo un momento de tensión que fue superado luego con la inclusión de Paraguay cuando asumió el nuevo presidente democráticamente electo, Horacio Cartes, que será por rotación el próximo presidente del Mercosur”, recordó.