El massismo y el macrismo volvieron a cruzarse ayer, luego de que el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, cuestionara al líder del Frente Renovador por “intentar conquistar voluntades dentro del peronismo”. “El país está en un período de transición muy importante y con grandes oportunidades. Massa optó por ser el líder de lo viejo. De renovador sólo tiene el nombre”, insistió ayer Humberto Schiavoni, presidente del PRO.

La respuesta massista no tardó en llegar. El intendente de San Miguel, Joaquín de la Torre, y el senador bonaerense Sebastián Galmarini acusaron al jefe del PRO de esconderse “atrás de la espalda de Massa” en la elección pasada y de no haber presentado “una sola propuesta transformadora”.

Después de llevar tres candidatos en la lista del Frente Renovador en octubre pasado, el macrismo salió a distanciarse del ex intendente de Tigre, pegándolo a la estructura tradicional del peronismo. El ministro porteño Néstor Grindetti consideró que el massismo “no está armando nada real en la provincia, ni la conoce”. “Ellos son sinusoides, no van por la recta sino que un día están con uno y otro con otro. Además, Massa es responsable también de la situación actual del país porque formó parte en su momento de las decisiones”, agregó Grindetti.

Si bien el jefe del FR prefirió no opinar, dos de sus principales referentes salieron fuerte a responder. De la Torre señaló que Macri “el año pasado no tuvo el coraje para enfrentar al oficialismo”, y recordó que ya en 2007 y 2011 se bajó de la postulación. Para Galmarini Macri busca “alejarse de su perfil de derecha y quiere presentarse como el verdadero cambio”, pero todavía no dijo qué piensa hacer en el país.