EL PAíS
› HOY SE VOTA EN CATAMARCA, A CINCO MESES DE LA QUEMA DE URNAS
El día de la verdad para Barrionuevo
Con su hermana como candidata-muleto, el senador gastronómico se juega hoy el dominio de la provincia. Los votos están contados y, aunque todos se adjudican ventajas de veinte puntos, nadie sabe qué pasará. Hay un deliberado intento de calmar los ánimos y fuerte presencia de gendarmes.
› Por Felipe Yapur
La capital provincial amaneció inusualmente fría este sábado, sobre todo considerando que el miércoles hizo 35 grados. Esto obligó a los catamarqueños a sacar una vez más los abrigos de sus roperos. El clima electoral está a tono con la temperatura ambiente. A diferencia del dos de marzo pasado, las calles de la ciudad norteña están silenciosas, sin rumor de conflicto, y no se visualiza en el horizonte quema y destrucción de urnas, como sucedió hace sólo cinco meses. De todas formas, para hoy, tanto el oficialista Frente Cívico y Social (FCyS) como el justicialismo mantienen un cauto optimismo sobre el resultado de la contienda electoral. “Final abierto, peleando voto a voto”, coinciden referentes de ambos sectores al momento de analizar el comicio. A las seis de la tarde comenzará a develarse el secreto.
El viernes finalizó una ruidosa campaña electoral con acusaciones cruzadas pero no tan flamígeras como la vez anterior. El sábado mostró una Catamarca silenciosa, con calles desiertas, donde sólo era posible ver a grupos de tres o cuatro gendarmes –que llegaron anteayer para hacerse cargo de la seguridad– paseando aburridos por las esquinas de la ciudad, consumiendo decenas de cigarrillos. Son los custodios de una provincia donde el desempleo puntea la tabla de problemas a resolver, lo que está directamente atado a la cantidad de suicidios de adolescentes y jóvenes, que la semana pasada trepó a 20 en lo que va del año.
“Vamos a ir a votar tranquilitos, como escolares de un colegio de monjas”, dice uno de los hombres más cercanos al candidato en las sombras, Luis Barrionuevo. Repite la frase al tiempo que sonríe y sorbe un largo trago de un Fernet con cola. “Es para bajar la comida”, se justifica. Cinco meses atrás, este mismo hombre era uno de los que a través de su teléfono celular ordenaba a los militantes del PJ dónde y cómo debían evitar la votación. “Ya está. Con la hermana de Luis vamos a andar bien. No es lo mismo, pero creo que nos alcanzará para ganar. Eso sí, por ajustado margen”, aseguró.
–¿Seguro que no habrá problemas, incluso si pierden por muy poco? –preguntó este diario.
–Yo no tengo la bola de cristal, pero creo que no hay margen. Ojo, esto es lo que yo creo –responde el barrionuevista y hace un gesto de no querer hablar más. Está desvelado. El acto de cierre del PJ terminó a la medianoche y la cena con sobremesa terminó cerca del amanecer.
Del cierre de campaña solo queda la estructura metálica donde se ubicó el palco. Está a escasos cien metros de la casa de gobierno. Allí, el viernes por la noche, se podía ver una gigantografía a todo color de la cara de Luis Barrionuevo flanqueado por Juan y Eva Perón. Al costado izquierdo, de menor tamaño, se podía ver la foto de Liliana, la candidata muleto del PJ. El acto fue nutrido, pero con un porcentaje importante de adolescentes que, más allá de la alegría que mostraban los organizadores ante la concurrencia, no votan.
Al momento de hablar, la candidata sorprendió con un claro discurso dirigido exclusivamente a la mujer y a la clase baja. Con reiteradas referencias a la esperanza, la alegría de vivir y, sobre todo, a la necesidad de producir un cambio luego de 12 años de gobierno “sin equidad” del Frente Cívico, la hermana del senador buscó alejarse del estigma de la quema y destrozo de urnas que obligaron a suspender los comicios de marzo. Pero tanto la candidata como los que comandan la campaña consideran que el secreto de un posible triunfo está en la figura del gastronómico senador. Es por ello que Liliana señaló que “Luis sabía qué iba hacer con Catamarca, pero la Justicia corrupta quiso matar el sueño de los catamarqueños. Ahora estoy yo que, con mi sentido de solidaridad que tenemos las mujeres para la política, cambiaré mi propio destino y desdeel 10 de diciembre voy a cambiar el destino de todos ustedes”. La candidata buscó darle fuerza y entusiasmo al cierre de su discurso pero a la confesa antimenemista la traicionó su deseo y terminó utilizando la muletilla del ex presidente al gritar: “A triunfar, a triunfar, a triunfar”.
Sin embargo, no fue ella la encargada de cerrar el acto. Ese lugar le correspondió al frustrado candidato y futuro ministro de Gobierno en caso de triunfar. Enfundado en un poncho marrón, Barrionuevo sorprendió con un discurso casi conciliador, casi de obispo. “Vamos a ganar para darles alegría, paz y trabajo”, dijo el irreconocible legislador. Si bien repitió varias veces que el PJ es el cambio, no dejó de considerar al FCyS como una dictadura. Para realzar la figura de su hermana, auguró que ganará por una diferencia de 20 puntos, cinco más de lo que pensaba obtener él si hubiera participado de los comicios de marzo. Terminado el discurso, Barrionuevo volvió a su autoimpuesto silencio, y se fue.
El oficialismo, en cambio, prefirió hacer una caravana antes que un acto. Eduardo Brizuela del Moral, el candidato que “no habla pero hace”, como reza uno de los slogan de campaña, saludó desde un camión que lo trasladó por toda la ciudad. Si bien no hubo discurso, poco antes en una conferencia de prensa indicó, al igual que la oposición, que es el indicado para generar el cambio que necesita Catamarca y aseguró que triunfará por –qué coincidencia– 20 puntos.
Ni el Frente Cívico ni el PJ saben a ciencia cierta cuál será el resultado. Intuyen una pela reñida, salvo Norma, docente universitaria de origen sanjuanino que dijo que “ni uno ni otro son el cambio. Sin embargo, los catamarqueños terminarán optando por el mal menor que es Brizuela. Ojalá, porque los Barrionuevos significarán el fin de la provincia”.
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