Por N.V.

–Mucha gente expresó su simpatía por una fórmula que lo contemple. ¿Cuál es su opinión? –le preguntó Caras a Nito Artaza.
–Lo tomo como un chiste.
–¿Cómo se sigue haciendo humor con una realidad tan cruda?
–La gente se sigue riendo. La política muchas veces parece un chiste.
Ese era el análisis del actor en junio del año pasado. Nueve meses después empezó a coquetear con Enrique Benedetti, un viejo puntero delarruista, para integrar las listas del radicalismo, al tiempo que escuchaba a Mauricio Macri. Finalmente se decidió y lo sumaron como primer candidato a diputado nacional por la UCR. La decisión generó un virtual cisma en el centenario partido que arrastra su sobrevivencia. “Es un manotazo ‘marketinero’”, despotricó el sector alfonsinista que perdió la interna y no se resignaban a llevar como candidato al líder de los ahorristas estafados.
Anoche fue el actor el encargado de mostrarse eufórico en el comité Capital para anunciar que “la UCR ya está recuperada” y prometer que “vamos a recorrer el país para pedirles a los militantes que se levanten porque la UCR es un león herido que ya está de pie”. A principios de junio encabezó el primer acto partidario de la mano del candidato a jefe de gobierno porteño, Cristian Caram, y empezó a decir que “el radicalismo es un sentimiento” mientras recordaba que su padre había sido militante de ese partido y se quejaba del avance del presidente Néstor Kirchner sobre la Corte Suprema. Es decir del impulso del juicio político contra los ultramenemistas Julio Nazareno –que renunció– y Eduardo Moliné O’Connor.
“Esto es un largo camino de sacrificio y esperanza. Vamos a pelear voto a voto. La UCR se quiebra pero no se dobla. Mantiene su dignidad en la victoria y en las derrotas”, dijo el actor que en tres meses de campaña ya empezó a parafrasear a Leandro Alem y repite junto a Caram que encarna la “renovación partidaria”.
Los conocedores de la interna radical descreen de esa renovación, teniendo en cuenta que los mentores de Artaza fueron dirigentes de origen delarruista como el ex diputado Benedetti y el ex concejal Osvaldo Bello. Pero el mayor reparo lo tienen con Santiago Cúneo, un ex radical que mutó al carapintadismo y después apoyó la re-re de Carlos Menem tras conseguir un decreto presidencial que lo habilitara a importar nafta. Ahora desembarcó en el comité Capital como representante de Artaza. “Firma los comunicados y pone Dios, patria o muerte”, cuenta el sector que lidera González Gass.
El corte de boleta benefició al hombre del mundo del espectáculo que seduce a la platea con Robó, lo votaron y huyó por sobre Caram, pero tampoco parece haberle alcanzado para retener aunque sea una de las tres bancas de diputados nacionales que aspiraba a renovar la UCR.
“Nito ha venido a quedarse para colaborar con la renovación del partido”, prometió Caram anoche frente a la prensa. Quizá la permanencia permita vislumbrar el derrotero del cómico. “Pocos saben lo que pienso porque en política soy nuevo”, había dicho apenas lo candidatearon. Meses antes había explicado su repentina militancia defendiendo sus ahorros: “Me tocaron la oreja y me salió el correntino que saca el cinto”. Es cierto, la política a veces parece un chiste.