EL PAíS
La polarización dejó en cuarto lugar a la “piba”
Patricia Bullrich logró el 9,47% de los votos con lo que la agrupación de Ricardo López Murphy colocó como diputado nacional al abogado Hugo Martini. La candidata responsabilizó a la polarización por el resultado.
› Por José Natanson
Con el 9,47 por ciento de los votos, Patricia Bullrich quedó cuarta, lejos de los 25 puntos que había obtenido en abril su padrino, Ricardo López Murphy, y apenas logró colar un diputado nacional. Poca cosa para la ex ministra, que puso energía y esfuerzo para ocupar un lugar relevante en el centroderecha porteño, pero no pudo con la polarización. “Peleamos contra los aparatos del Estado y el dinero”, justificó ayer. Y prometió que hoy a las tres de la tarde anunciará su postura de cara al ballottage del 14 de septiembre: anoche, sus operadores comentaban que asumirá una posición de prescindencia similar a la que ensayó López Murphy en abril.
“No nos hemos pasado de los gastos de campaña, hicimos todo dentro de la ley, como se debe hacer en la Argentina. Hemos peleado contra los aparatos, con esfuerzo y austeridad. Estamos contentos”, dijo Bullrich anoche, poco después de las once, en el elegante salón del primer piso del Hotel Castelar.
El optimismo sonaba forzado. Desde un principio, Bullrich hizo lo imposible por romper la polarización entre los dos favoritos. Se concentró en Macri, en un intento por abrirse un lugar en el centroderecha, y ensayó un discurso más amplio que el de López Murphy, que incluyó temas como la educación pública, la ayuda social y la cultura. A pesar del esfuerzo, quedó muy lejos del ballottage, y ni siquiera logró perforar el techo del diez por ciento. “Hicimos todo lo posible, pero la maquinaria publicitaria fue demasiado: nos aplastó”, reconocían ayer cerca de la ex funcionaria.
Durante la campaña, Bullrich contó con el apoyo de López Murphy, que respaldó a su ex compañera de gabinete a cambio de los primeros lugares en la lista de diputados nacionales: el único que ingresó es Hugo Martini, un abogado y politólogo cercano al economista de FIEL.
Al final, López Murphy cumplió tibiamente con el acuerdo y acompañó a Bullrich a alguna caminata y a un par de programas televisivos. Sin embargo, algunos seguidores de la ex ministra aseguraban ayer que no hizo todo lo que estaba a su alcance. “Es cierto que los empresarios estaban todos con Macri, pero de todos modos podría habernos ayudado más: no vimos un mango en toda la campaña”, se quejaba un operador de Bullrich.
Ayer, poco antes de las once, López Murphy se acercó al Castelar para saludar a su aliada. “Hizo un esfuerzo coherente y consistente con las ideas que defendimos en abril. Es necesario hacerles un reconocimiento a su coraje y su convicción. Estamos orgullosos del esfuerzo que ha hecho”, la felicitó en la conferencia de prensa.
No le quedaba otro remedio, pero la verdad es que López Murphy salió mal parado en el esfuerzo por construir una fuerza de centroderecha potente a nivel nacional. Aunque en abril quedó tercero, el panorama para la seguidilla de elecciones provinciales se perfila complicado: a la derrota de ayer en la Capital le seguirá una mucho peor en la provincia de Buenos Aires, donde Hernán Lombardi aparece a años luz de los candidatos peronistas.
El armado nacional incluye a Bullrich como referente porteña. “Vamos a seguir trabajando en la Capital. Eso ya está decidido”, explicaban anoche cerca de la ex ministra, y mencionaban el bloque de cinco legisladores porteños como parte del proyecto. “No va a ser fácil, hay que ser pacientes, pero ése es nuestro camino”, insistían.
En cuanto al ballottage, Bullrich y López Murphy prometieron una definición para hoy a las tres de la tarde. Aunque en los últimos días hubo contactos con los operadores de Ibarra, cerca de la ex ministra aseguraban que se inclinará por la neutralidad, tal como hizo el economista frente al ballottage entre Carlos Menem y Néstor Kirchner.
Ayer, en la conferencia de prensa, Bullrich dio algunas pistas sobre lo que ocurrirá hoy. “Los partidos nuevos buscaban siempre cobijarse en los viejos aparatos. En cuanto se consolidaban, inmediatamente negociaban. Nosotros no vamos a seguir ese camino. Vamos a construir, trabajar, pasaruna elección, pasar otra y seguir trabajando”, sostuvo la ex ministra. “Vamos a ser coherentes con nuestros principios”, redondeó López Murphy.
Los operadores de la ex ministra confirmaban la línea de prescindencia, pero agregaban un matiz. “Es evidente que estamos más cerca de Aníbal, con el que compartimos la experiencia de la Alianza. De hecho, Patricia es amiga de (Jorge) Telerman. La simpatía es obvia y algo se va a notar en estos días. Pero eso no quiere decir que apoyemos formalmente a Ibarra”, explicaban anoche. “Además, si gana Aníbal, el futuro político de Macri parece muy complicado. Si Macri pierde, es probable que se retire y vuelva al fútbol. En ese caso se abre un espacio importante, que nosotros vamos a tratar de ocupar”, concluían.