Patricia Bullrich anunció que mantendrá una posición de prescindencia en el ballottage del 14 de septiembre. “Unión para Recrear Buenos Aires se va a abstener de dar apoyo a ninguno de los dos candidatos”, anunció ayer en una conferencia de prensa, en la que definió que el rol de su fuerza -que quedó cuarta y logró apenas meter un diputado nacional–, será el de “dedicarse a la tarea parlamentaria” y “controlar la gestión del nuevo gobierno”.
Al fundamentar la decisión de dejar en libertad de acción a sus votantes, similar a la que tomó Ricardo López Murphy en la segunda vuelta de las presidenciales de abril, la ex ministra de Trabajo de la Alianza consideró que sus electores tuvieron una motivación “de carácter ético, un voto pensado que resistió la polarización, lo que nos compromete a la construcción de un espacio político nuevo, moderado, inteligente y audaz”. “Somos un partido que empezó de cero y ya obtuvimos un diez”, agregó en alusión al 9,4 por ciento conseguido el domingo.
El domingo, cuando el recuento tuvo una tendencia firme, los integrantes de Recrear ya habían dado señales en el sentido de inclinarse por la prescindencia. “Los partidos nuevos buscaban siempre cobijarse en los viejos aparatos. En cuanto se consolidaban, inmediatamente negociaban. Nosotros no vamos a seguir ese camino”, señalaron durante la espera en el salón del primer piso del Hotel Castelar, en el que sin embargo no hubo una toma de postura oficial como la anunciada ayer.
Bullrich puntualizó que aunque ya sabe “a quién votar”, no dará a conocer su opción personal para el ballottage.
Los operadores de la ex ministra agregaban un matiz a la prescindencia. “Es evidente que estamos más cerca de Aníbal, con el que compartimos la experiencia de la Alianza. La simpatía existe y algo se va a notar, pero el apoyo formal es otra cosa.” Con el esfuerzo puesto en rearmar el centroderecha porteño, en Recrear también especulan con que, de perder, Macri abandonará la política, dejando un espacio que ellos van a tratar de ocupar.