EL PAíS › UNOS 570 TRABAJADORES DEL HOSPITAL MOYANO AL BORDE DEL DESPIDO
El Gobierno de la Ciudad pretende sancionar al 63 por ciento del personal del neuropsiquiátrico por presuntas inasistencias. Los trabajadores denuncian que la medida no tiene sustento legal y hoy realizarán una protesta.
› Por Gustavo Veiga
La modernización del gobierno porteño viene con descuentos de salarios en un hospital emblema de la salud mental. Unos 570 trabajadores del neuropsiquiátrico Moyano, sobre un total de 900, quedaron al borde del despido, porque fueron notificados de un presunto ausentismo que varía entre un par de días, una semana, una quincena y un mes. El personal sancionado, que alcanza al 63 por ciento, argumenta que la medida “carece de sustento legal” ya que “no se respalda con documentación que acredite que los dichos vertidos en la misma sean fehacientes y el papel no tiene membrete ni logo que identifique a una institución”. En la nota que recibieron los profesionales médicos, psicólogos, licenciados en Trabajo Social y enfermeros se les informa que tienen un plazo de diez días hábiles para “formular el descargo por las inasistencias incurridas, aportando la documentación que se encuentre en su poder”.
Titular de guardia por concurso y con veinte años como empleada de planta, la licenciada en Servicio Social María Cristina Falcón recibió una notificación por dos días de ausencias, los domingos 9 y 30 de marzo. “Tengo fotocopiada la planilla de asistencia con mi firma y el libro de guardia escrito con mi letra. No entiendo cómo pueden ser tan desprolijos. Si quieren cerrar el hospital que lo digan claramente y que nos indemnicen como corresponde”, le dijo a Página/12. También adelantó que podría accionar civil y penalmente.
Los trabajadores del hospital Moyano se movilizarán hoy a las 10 hacia la Legislatura porteña, donde a las 13 sus representantes harán una conferencia de prensa junto a un grupo de diputados que acompañarán sus denuncias. En ese marco, realizarán un paro de actividades contra las decisiones adoptadas por dos ministerios del gobierno de Mauricio Macri: los de Modernización y de Salud.
La medida de fuerza fue convocada por la asamblea de profesionales del hospital y tiene el respaldo de varias asociaciones: psicólogos municipales, bioquímicos, médicos municipales, profesionales del Moyano y terapistas del Gobierno de la Ciudad. Varios de sus afiliados que trabajan en el neuropsiquiátrico sufrieron descompensaciones y picos de presión por la notificación que recibieron, firmada por un empleado administrativo en una hoja en blanco y sin identificación.
La ofensiva por doble vía de los ministerios tuvo su punto de inflexión cuando Modernización, a cuyo frente se encuentra el economista Andrés Ibarra, decidió hacer una auditoría a fondo en el hospital. El ministro es un todoterreno al servicio de Macri desde que se desempeñaba en el Correo Argentino cuando lo regenteaba Sideco Americana, una empresa del clan familiar liderado por Franco, el padre de Mauricio. De la empresa telepostal privatizada y quebrada –y donde unos tres mil empleados perdieron sus puestos– el jefe de Gobierno lo llevó a Boca como gerente general. Durante su gestión, Jorge “El Fino” Palacios fue designado jefe de seguridad del club en 2006. O sea, dependía de él. Ya en la Ciudad, pasó por la Secretaría de Educación durante el período en que Mariano Narodowski era el ministro del área. El mismo que en la causa de las escuchas, a fojas 23 del fallo firmado por la Cámara Federal que lo procesó junto a Macri, lo señala como el responsable de la contratación del espía Ciro James.
Ibarra se mudó de Educación a Hacienda, desde donde controló a los 124 mil empleados del gobierno porteño como secretario de Recursos Humanos. Su jefe lo premió finalmente con un ministerio. El concepto de modernización consiste –según la página oficial de su cartera– en “valorar la cultura del personal y promover el desarrollo profesional atendiendo sus expectativas de brindar un servicio de calidad”. En lo que se refiere al capital humano, un ítem que destaca el ministerio en su web, desarrolla “iniciativas que contribuyen a mejorar el ámbito laboral y promueven la participación de los empleados en programas de responsabilidad social”.
Carlos Paz, psiquiatra del hospital y vocal por la minoría en la Asociación Médica Municipal, redefinió al Ministerio de Modernización como “de represión, flexibilización y cesantías”. Dijo a diario que “además es ineficiente, porque realizó una auditoría mal hecha, sin respetar los procedimientos legales”. Para Paz, “la acción conjunta de los dos ministerios no se podría haber concretado sin el consentimiento de funcionarios del hospital como la subdirectora María Norma Derito y de la filial de la Asociación de Médicos Municipales que funciona adentro, a cargo de la doctora Linda Pavón. La primera nos amenazó con iniciarnos un sumario por abandono de tareas cuando protestábamos en el hall del Moyano”.
La Asociación de Psicólogos porteña presentó una denuncia ante el Ministerio de Trabajo nacional, firmada por su titular, Andrés Añon: “En la actualidad se les imputa a los agentes pertenecientes a la planta del hospital B. Moyano ausencias injustificadas o infundadas en el mes de febrero con un descuento salarial que en algunos casos llega a un ciento por ciento”, señala.
La notificación de estas medidas tiene un antecedente reciente. Basándose en la auditoría que el personal reunido en asamblea califica como “autoritaria y punitiva”, Modernización y Salud bloquearon los sueldos de 69 trabajadores bajo la misma consigna: un presunto ausentismo cuando en rigor estaban de vacaciones o de franco. La realidad se muestra al revés: cumplen más horas de las que indica la ley por tarea riesgosa o insalubre. Y esta vez los afectados son 570.
Los dos ministerios, funcionales a la política de desguace que el macrismo desarrolla en el Moyano, mantienen una interna por su control. En tanto, el ministro Ibarra impulsa medidas laborales del Medioevo, la ministra de Salud, Graciela Reybaud, designó en el hospital como asesor económico a un ex vicecanciller de la Alianza, el radical Horacio Chiguizola. De hecho, este ex director del Banco Ciudad cuando Fernando de la Rúa era jefe de Gobierno, fue acusado de maltratar a profesionales y actúa de manera coordinada con el gerente de relaciones laborales de Modernización, Ernesto Luna.
Uno de sus improvisados auditores comparó al hospital con el club de fútbol que prefiere Macri: “El Moyano es peor que tres Boca”, dijo. Esa frase es citada por los trabajadores en una carta que le enviaron al defensor del Pueblo, Alejandro Amor. Quizá por esa razón, el gobierno porteño se propuso hacer el achique. Una táctica que permite reducir espacios en un partido de fútbol como en un hospital. Aunque en este último caso se trate de achicar personal sin pruebas documentales.
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