Jue 28.08.2003

EL PAíS

El Gobierno pondrá veedores en el Correo para la segunda vuelta

Aníbal Fernández anunció que la Casa Rosada quiere controlar más de cerca el escrutinio. Macri se queja. Ibarra avala la medida.

› Por Diego Schurman

El Gobierno pondrá sus propios veedores para el ballottage porteño del 14 de septiembre. Así lo manifestó ayer el ministro del Interior, Aníbal Fernández, luego de echar un manto de sospecha sobre el escrutinio realizado por el Correo Argentino, propiedad de Franco Macri, a la sazón padre de uno de los competidores de la elecciones. La denuncia oficial sobre esas presuntas irregularidades abrió una nueva y fuerte polémica entre Mauricio Macri y Aníbal Ibarra.
En la Casa Rosada se adoptó la decisión de promover veedores como medida “preventiva”, al entender que en los comicios del último domingo se produjo una “supuesta manipulación de datos” para instalar la idea de un triunfo aplastante de Macri que el escrutinio definitivo no confirmó.
Según informó el Ministerio del Interior a Página/12, se instruyó a la Dirección Nacional Electoral para que pusiera a disposición a un número aún no determinado de veedores y se evaluó invitar a Fuerza Porteña, la alianza que postula a Ibarra, y a Compromiso para el Cambio, el sello de Macri, a que aporten los suyos.
La jugada oficial, de hacer su propia “fiscalización” del escrutinio, teniendo sospechas pero aún ninguna prueba firme de las irregularidades, confirma la decisión del Gobierno de participar activamente en la pulseada por el control del poder porteño, en la que pone sus fichas en Ibarra.
La jueza electoral María Romilda Servini de Cubría abundó ayer sobre uno de los cuestionamientos: la lentitud del escrutinio. Dijo que “no concurrió a cumplir sus obligaciones” el 50 por ciento de las autoridades de mesa. “Nunca tuvimos una elección con los problemas de esta vez”, señaló la magistrada. Y agregó: “Jamás se abrieron mesas más tarde que las 9. Algunas abrieron a las 11 y cerraron las 23.30”, detalló.
Pero ése no fue el único inconveniente. Fernández expuso una serie de cuadros con la sugestiva curva que revela cómo se cargaron y difundieron los datos electorales. Concretamente, los primeros cómputos, alrededor de las 21 horas, mostraban una diferencia a favor de Macri de más de 10 puntos y sólo recién después de la medianoche las cifras se acercaron al resultado final, donde la diferencia con Ibarra se redujo al 3,3 por ciento.
“Hubo una hora en que se planchó el flujo de información y después empieza a entrar de una manera muy extraña. Eso fue lo que nos llamó la atención a nosotros”, explicó Fernández. “Como habíamos preparado el sistema como para empezar a ver sección por sección cómo se estaban comportando, uno se daba cuenta de que crecían las que daban ventajas a un solo candidato. Eso es lo extraño”, finalizó.
Esos cuadros impulsaron al Gobierno a remitir una carta al Correo Argentino con un pedido de explicaciones por la “presunta manipulación de datos”. Más aún, el ministro del Interior amenazó con iniciar acciones legales si el Correo desiste de ofrecer una respuesta o si ésta no se resultara satisfactoria.
Los puntos más significativos de la carta dicen:
- “La presunta manipulación de esta información puede generar distorsión en la carga y difusión de los datos electorales, que afecta la transparencia que debe regir el escrutinio provisorio”.
- “Por lo tanto, y sin prejuicio de haber dado instrucciones al área competente parar arbitrar los medios de verificación en futuros actos electorales, debo manifestar que la sola presunción de una eventual manipulación es motivo de preocupación en el gobierno nacional”.
Fuentes de Casa Rosada informaron que anoche la empresa de Franco Macri había acercado una contestación por escrito, aunque no brindaron detalles sobre ésta.
Mucho antes de la epístola del grupo Macri, Mauricio dijo sentirse “muy triste” con el reclamo realizado por el Gobierno. “Nosotros no especulamoscon eso”, señaló el candidato a una radio. Una obviedad: él no sería precisamente la víctima de la supuesta maniobra.
Aun así, hizo conocer sus argumentos. “Este tipo de razones realmente no las veo serias. Que lo pruebe. En este país es muy fácil decir cualquier cosas porque después, en el tiempo, no se prueba y nadie se acuerda de reclamarlo”, se quejó Macri.
Lejos de rendirse al silencio, Ibarra redobló la apuesta con la denuncia formal al Correo. Y habló de una “grosera manipulación por parte de un grupo económico que, incluso, tiene grandes deudas con el Estado”.
“Yo creo que más allá de las explicaciones –agregó–, lo que esto pone en evidencia es la distancia entre las palabras y los hechos: muchas veces lo escuchamos a Mauricio Macri decir: ‘mi padre nunca va a intervenir en las cosas si yo gano...’ y para muestra basta con un botón”.

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