EL PAíS › MAS DEL 70 POR CIENTO DE APROBACION DE LA NEGOCIACION INTERNACIONAL
El arreglo con el Club de París despertó expectativas positivas de un modo muy parejo entre sectores sociales. La inflación preocupa menos y el desempleo, pese a las campañas mediáticas, no registra como tema.
› Por Raúl Kollmann
Siete de cada diez argentinos evalúan positivamente el acuerdo con el Club de París y una proporción importante considera que mejorará las posibilidades de la economía argentina, además de que abrirá las puertas a que el país aumente sus reservas. La mirada positiva es bastante pareja entre personas de altos y bajos recursos, con fuerte respaldo en la clase media y entre personas de 35 a 50 años. Hoy en día, la mayor preocupación en materia económica tiene que ver con la inflación, aunque el tema ha bajado en el último mes. Respecto de la cuestión del empleo, pese a la campaña mediática sólo un tres por ciento está preocupada por la situación laboral.
Desde el punto de vista del Gobierno, los datos sobre el acuerdo con el Club de París tienen su trascendencia, básicamente porque la aprobación sobrepasa muchísimo lo que se conoce como el núcleo duro del kirchnerismo (alrededor del 35 por ciento), pero además porque denota que hay un porcentaje que, con iniciativa política, no está tan alejado del oficialismo.
Las conclusiones surgen de una encuesta del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) que encabeza Roberto Bacman. En total se entrevistaron, vía telefónica, mil ciudadanos de todo el país. La encuesta se concretó entre jueves y sábado, respetándose las proporciones por edad y sexo.
“Para la gran mayoría el acuerdo con el Club de París es un paso importante en la economía –explica Bacman– y también tiene relieve el hecho de que el Gobierno haya mostrado gran iniciativa. Esa es una de sus mayores virtudes. El núcleo duro del kirchnerismo se verifica otra vez, está allí presente. Y se nota también en las demás preguntas. Por ejemplo, cuando se consulta sobre el impacto del acuerdo en la imagen argentina en el exterior, hay un 42 por ciento que contesta que el impacto será positivo. Ya no es el núcleo duro, hay una periferia que no está tan lejana al oficialismo. Y lo mismo cuando se pregunta sobre el impacto en la economía: el 41 por ciento dice que mejorará.”
Por lo que se ha visto en las encuestas en el último año, hubo un fuerte crecimiento en la preocupación por la inflación. Durante muchísimo tiempo la mayor preocupación fue siempre la inseguridad. En diciembre, enero y febrero, en cambio, el tema de la inflación superó al de la inseguridad. Ahora las cosas volvieron a cambiar y, según cuentan buena parte de los encuestadores, no sólo el tema inflación volvió a estar por debajo de la inseguridad como preocupación, sino que además bajó en este último mes. Desde ya que, en el terreno económico, sigue siendo el tema al que más mira el ciudadano común porque está vinculado con la vida cotidiana.
Un dato llamativo es lo que tiene que ver con el empleo y el desempleo. En las últimas semanas los medios opositores hicieron mucho hincapié en las suspensiones y supuestos despidos –luego desmentidos– de las automotrices y se ha polemizado sobre los índices de desempleo. Sin embargo, en las encuestas el tema no aparece como una preocupación, algo que surgiría si en el boca en boca la gente percibiría que existen reducciones en los puestos de trabajo. Del total de encuestados, apenas un tres por ciento manifiesta preocupación por el tema del empleo.
El acuerdo con el Club de París plantea expectativas. Están los que creen que con ello aumentarán las reservas (61 por ciento) y los que piensan que será más fácil acceder a créditos en el terreno internacional (65 por ciento). El ministro Axel Kicillof ya adelantó que no se aumentará el endeudamiento, pero sí se aceptarán inversiones, sobre todo en materia de infraestructura. Para las empresas, el acuerdo abriría las puertas a tasas más bajas en el mercado internacional.
Desde el punto de vista político, Bacman reitera que en todas las encuestas se percibe la existencia de un núcleo duro kirchnerista, que respalda a CFK y al Gobierno en forma muy estable. Aun en la elección de 2011, en que perdió en distritos clave, el oficialismo logró superar la barrera del 30 por ciento y retuvo las mayorías legislativas. “Aquí también se percibe el núcleo duro, pero los apoyos van más allá cuando se produce una iniciativa política fuerte como es el acuerdo, sin la intervención del FMI. Y se ve que también hay un franja, que sumó el 54 por ciento en 2011, que no está alejada del kirchnerismo. En ocasiones toma distancia, se enoja, pero cuando hay un logro como éste, se suma.”
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