El dirigente Luis D’Elía fue procesado ayer por el delito de “intimidación pública”, por los incidentes ocurridos el 25 de marzo de 2008 durante una marcha contra las retenciones y la resolución 125. Además, recibió un embargo por cinco mil pesos. “Mediante actos de incitación a la violencia habría provocado temor generalizado y desórdenes”, consideró el juez federal Julián Ercolini en su resolución. En diálogo con Página/12, D’Elía adelantó que apelarán la medida judicial, a la que calificó de “arbitraria”.

Ercolini se apoyó en el enfrentamiento de D’Elía con el ruralista de Entre Ríos Alejandro Gahan durante la marcha del campo contra las retenciones móviles en 2008. El productor agropecuario increpó allí a D’Elía y, tras una serie de insultos, el dirigente social le pegó una trompada. Por ese hecho, el líder de la Federación de Tierra, Vivienda y Hábitat fue condenado a cuatro días de prisión por el delito de “agresión tumultuosa” y quedó acusado por “intimidación pública”, delito que no es excarcelable y para el que se prevé una pena máxima de seis años de cárcel.

En su resolución, el juez sostiene que, esa noche, D’Elía irrumpió en la marcha y “mediante actos de incitación a la violencia habría provocado con conocimiento y voluntad de realización, temor generalizado, corridas, tumultos, desórdenes contra una considerable cantidad de manifestantes” que se encontraban allí. “Todo ello lo habría realizado con el designio final de desplazar a los manifestantes y ocupar territorialmente la plaza”, consideró el magistrado.

“Creemos que no hay ningún argumento”, sostuvo, en cambio, D’Elía y cuestionó la “arbitrariedad” del Poder Judicial hacia él. “Lo estamos viendo con Amado Boudou y con otros compañeros. No se mide con la misma vara. Para este lado, tenemos las peores reprimendas y para otros no. Mauricio Macri y Alfredo De Angeli, que tomó un banco durante el día, son los ejemplos más patéticos”, remarcó.

Como justificación de la agresión a Gahan, D’Elía siempre señaló que en ese período se gestaba un golpe de Estado contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y que él había intentado evitarlo. Con esa idea, incluso pidió que la mandataria declarara en su favor en la causa.

“El único testigo que ofrecí fue a la presidenta de la república, basado en una tapa de Página/12 cuando Cristina dijo que esa noche la habían querido echar”, explicó D’Elía. “En la indagatoria me preguntaron si yo había hablado con ella esa noche y les dije que no”, añadió. “Ellos me acusan de que esa noche que nos movilizamos yo llevé una barra de fútbol y, la verdad, había muchos militantes kirchneristas que percibimos lo mismo, que esa noche había un intento de quitar un gobierno que no tenía ni cuatro meses”, agregó.